Como lo he mencionado varias veces en mis columnas, Morena aún no es un partido político y está lejos de serlo pues se está comportando como un cuasi PRD que, si bien no cuenta con corrientes   internas con nombre y apellido como en el partido del sol azteca, estas se mueven según el son de cada estado e incluso ciudad.

Existen distintos grupos conformados por ex priístas (viejos y jóvenes), perredistas de todas las corrientes, panistas de ultra derecha, derecha y centro derecha, ex militantes del verde, movimiento ciudadano, del PT y ciudadanos que nunca habían militado en ningún partido hasta el nacimiento del Movimiento de Regeneración Nacional. Cada uno de estos grupos han mostrado que no van en bloque ni le rinden cuentas a la misma persona.

Si bien AMLO y su grupo han logrado sacar más de una veintena de iniciativas en el congreso esto no ha sido miel sobre hojuelas para el tabasqueño que ha tenido que enviar emisarios a aplacar a sus coordinadores de bancada y en más de una vez le han rezongado cuando trata de jalarles la correa. Por ejemplo, Ricardo Monreal líder de la bancada de Morena en el Senado ha tenido desencuentros con el presidente electo en la famosa iniciativa para bajar las comisiones que cobran los bancos. Fue tal el desencuentro que el mismo Andrés Manuel tuvo que salir a desestimar dicha iniciativa y a esto Monreal le respondió que el senado es otro poder y que así iba a seguir durante todo el sexenio. En pocas palabras le mandó la nota a López Obrador que ni piense en que tendrá un congreso sometido al ejecutivo.

La misma situación ocurrió con Tatiana Clouthier en la cámara de diputados donde señaló que la bancada morenista no iba a recibir línea de nadie y que cada uno de los miembros de la bancada iba a votar a conciencia propia.

Es por esto que a AMLO le urge terminar de hacer cuajar su partido pues de no hacerlo corre el riesgo de que Morena se convierta en un nido de líderes que jalen agua a su propio molino usando la marca de Morena para su propio beneficio y de grupo. López Obrador está consciente de eso y los super delegados que estarán en todos los estados vigilando a los gobernadores tanto panistas, priístas como de Morena y tendrán también la misión de controlar al partido depurándolo cuando sea necesario y arreglando la situación de ese instituto político en algunos estados como Sinaloa donde no hay un dirigente estatal desde hace un par de años.

El detalle es que, ya tomando posesión de la presidencia, Andrés Manuel no tendrá tiempo ni capacidad para andar viendo por su partido ni involucrarse en la vida interna de este. Es por ello que pondrá a todos sus operadores políticos a trabajar rápido y duro para darle forma y consolidar a Morena a más tardar para enero del 2020.

¿Habrá PRD para 2021?

Obviamente veremos al PRD o al partido que se convierta en las boletas del 2021 pero la pregunta es ¿En qué condiciones va a llegar? La situación de este partido es bastante seria, pues aun cuando tienen ahora una dirigencia colegiada donde está un representante de cada tribu que quedó después de las desbandadas hacia morena, PT y MC. El partido está muy golpeado pues hasta en su último congreso extraordinario se agarraron a golpes y sillazos mostrando que lo que menos les interesa es el partido. Nadie en su sano juicio se afiliaría a un partido donde sus dirigentes se agarran a golpes de esa manera y donde no hay respeto por nada ni por nadie.

El PRD necesita una verdadera refundación en donde se lleve a cabo un proceso de reafiliación pues solo de esa manera van a poder hacer una especie de inventario donde se pueda ver qué es lo que queda de ese partido. Es importante que se conozca la fuerza de ese instituto político a nivel nacional, estatal y municipal para así iniciar la reconstrucción del mismo.

El Partido de la Revolución Democrática o PRD es una marca que ya no vende, que está totalmente agotado electoralmente. Desgraciadamente este partido fue de donde Morena sacó a sus primeros militantes y con ello sus estructuras a nivel local, estatal y nacional. Solo basta con ver las bancadas de Morena en el congreso de la unión para darnos cuenta que decenas de diputados y senadores son ex perredistas.

Ante esta situación al PRD le toca encontrar otro nicho dentro de la izquierda que lo haga atractivo a ese sector que no comulga con la ideología (¿La tiene?) de Morena. Debe aprender del PT por ejemplo que si bien hace alianza con Morena no ha sufrido la sangría como el PRD pues sus militantes son de una izquierda marxista leninista y maoísta.

Yo veo un PRD más progresista, socialdemócrata y con iniciativas vanguardistas tratando de perseguir banderas de las izquierdas europeas. Sus militantes potenciales entonces serían los de izquierda “fifí” por llamarlo de alguna manera. Si sigue pensando en el pasado, queriendo venganza contra Morena, intentando quitarle militantes, su derrota y pulverización la veremos en 2021. Si decide tomar otro camino habrá PRD para 2024 con tiempo suficiente para reorganizarse y renacer.