La destacada escritora y activista, laureada con el Cervantes 2013, entrevistó a la protagonista de Rosa Salvaje y Los Ricos también lloran, para “devolverle la cortesía”.
Es que, una semana antes de que ellas dialogaran, La Vero telefoneó a Elena Poniatowska y, para invitarla a Aplauso (un musical para una estrella) en el teatro San Rafael, la llamó “mi amor”.
La escritora lo cuenta en un artículo que este domingo publica en La Jornada, “A México le dan miedo las mujeres: Verónica Castro”.
Poniatowska acudió al musical de La Vero con su nieto de 15 años. Cristóbal Hagerman, “quien, acostumbrado a enfrentarse al oleaje del mar ahora se enfrenta al oleaje de aplausos que vuela y cubre con una ola gigantesca de diamantes a la Campanita de Peter Pan, La Vero, delgadita, cintura de avispa, sin alas aparentes y una larguísima cabellera de bucles castaños”.
Para la entrevista, Poniatowska acudió al domicilio de la actriz, “en uno de esos edificios blindados a un lado del Bosque de Chapultepec en los que sólo sube la caja fuerte del elevador, si el dueño del departamento lo ordena”.
La escritora describe como “kitsch” el departamento de Verónica Castro, esto es, según la Real Academia Española, de “estética pretenciosa, pasada de moda y considerada de mal gusto”.
La actriz le dijo a Poniatowska que las telenovelas Los ricos también lloran y Rosa Salvaje –la que más le gusta a La Vero– han tenido más repercusión fuera de México que ningún libro. Tiene razón.
Después de explicar que le habría encantado interpretar a Tina Modotti –jamás logró convencer a los productores de Televisa, ni a su hermano Alberto Castro–, La Vero respondió afirmativamente a esta pregunta de Poniatowska: “¿Crees que México es cruel con las mujeres que quieren destacar?”.
Dijo Verónica Castro: “Sí, definitivamente. Eso de que el machismo desapareció no es cierto. También es cierto que las mujeres somos muy fuertes pero NO se nos permite desarrollarnos ciento por ciento. México tiene una deuda con nosotros. Yo creo que a México le dan miedo las mujeres”.
En la entrevista, la actriz habló de sus estudios, en la UNAM, de Relaciones Internacionales, y contó que Luis Donaldo Colosio, antes de que lo asesinaran, la iba a invitar a colaborar en su gobierno.
¿Por qué se enamoró Verónica Castro del Loco Valdés?
Esto respondió a Elena Poniatowska:
“Es muy inteligente, atrevido, divertido. Es muy correcto, muy serio, muy encantador y coquetón con las mujeres. Además, yo estaba muy chamaca, estudiaba en la UNAM y él estaba en el programa Operación Jaja. Entré a los 14 años, lo fui conociendo y empezamos a hacer teatro, los Tenorios. Hice a Doña Inés con Paco Malgesto, muy inteligente el señor; trabajábamos en la W, en el estudio Verde y Oro, y en el Azul y Plata, los dos estudios de la W en los que hacíamos concursos con Neftalí López Páez. En el teatro nos dio tiempo de convivir y me enamoré de lo coqueto y de lo ocurrente que era, de lo caballeroso y lo culto”.
La enamoraban muchos otros, pero El Loco fue el que “más se arriesgó; yo también me arriesgué mucho. Me costó trabajo hacer la carrera y de repente quedar embarazada. En la UNAM, sin dinero, prácticamente estábamos saliendo adelante y de repente me pescó el embarazo, muy despistada, muy chavita, así fue lo de Cristian, en 1974. Michel, mi segundo hijo, es hijo del empresario Enrique Niembro. Él ya fue después, con más conciencia y con una estabilidad, ya no me hacía falta nada”.
No se enamoró de un polìtico que llegó al poder
Qué suerte tuvo La Vero de no enamorarse, después de su relación con El Loco Valdés, de un político que llegara a la Presidencia de la República. Sigue siendo una reina para los mexicanos porque no compartió la vida con un gobernante en los tiempos de las redes sociales de internet.
Como ella dijo, a México le dan miedo las mujeres. Y no se les perdona que, además de exitosas y bellas, tengan contacto formal con el poder político.
Angélica Rivera
Otra actriz, cuyas telenovelas también son más conocidas dentro y fuera de México que cualquier libro de autor nacional, ha sido linchada por la ser la compañera del presidente Enrique Peña Nieto.
Solo por eso, por estar en el poder después de haber triunfado en la televisión la han calumniado tanto.
A Angélica Rivera, tal vez la única persona que ha llegado a Los Pinos con recursos amplios conseguidos en el sector privado, la opinión pública la ha destrozado.
Pero no es el fin del mundo para Rivera. Como le dijo La Vero a Poniatowska, la mujer mexicana es fuerte. La esposa de EPN sabrá reinventarse en cuanto deje de vivir en Los Pinos. En lo suyo, la actuación.
Una pena que a México le den miedo las mujeres. Debe tomar nota Margarita Zavala, a la que casi seguramente los machitos del PAN, como Ricardo Anaya y Rafael Moreno Valle, van a intentar destruir a la mala.