Señor presidente Andrés Manuel López Obrador:

Alejandro, alias El Púas, reportero de El Deforma, le hizo la pregunta en la mañanera de hoy jueves:

Como dijo el subsecretario Zoe Robledo, en Twitter, su respuesta, Andrés Manuel, fue una gran crónica beisbolera acerca de sus primeros cien días de gobierno:

¿Es el sexenio de AMLO como una Serie Mundial de beisbol?

Desde hace años resido en el extranjero, pero estoy profundamente interesada en lo que pasa en mi país: leo redes sociales, medios de comunicación y, desde diciembre del año pasado, suelo asomarme a las mañaneras. No lo hago a diario, porque se celebran a las dos de la tarde europea, cuando más ocupada estoy en mi trabajo.

Practiqué durante años el ciclismo de alto rendimiento. Este deporte me trajo a Europa, donde competí varios años al más alto nivel y donde he hecho una familia con un ciclista profesional, holandés de nacionalidad, pero mexicano de corazón: en algunas vueltas importantes, como la de España, Jetse, mi marido, ha competido con la bandera de México en su bicicleta. No lo hace por agradarme, sino porque ama a mi país.

Si el sexenio de la cuarta transformación fuera un juego de beisbol, sin duda su equipo, señor presidente, que es el equipo del México que quiere cambiar para bien, tendría asegurada la victoria. Pero, ¿estamos ante un campeonato beisbolero? No estoy segura.

Además de ciclismo, he practicado otros deportes a nivel competitivo desde muy niña: natación, tiro deportivo, pentatlón, triatlón. El beisbol no me resulta extraño: lo he jugado a nivel recreativo en la universidad, así que entiendo esta disciplina y me gusta bastante. Por eso sé que el sexenio no es un campeonato de beisbol que al final se decide en siete partidos, que pueden ser nada más cuatro.

El sexenio, señor presidente, es una durísima vuelta ciclista con numerosas e interminables etapas, casi todas montañosas y muchas de ellas con muy mal clima, con lluvia, nevando inclusive y al día siguiente en calorones insoportables.

Los rivales están muy bien preparados, usted lo sabe, presidente López Obrador: los ha enfrentado en otras competencias y, con mañas y evidentemente dopados, ellos han conseguido sus propósitos. No se les debe dar por derrotados.

Sus adversarios van a atacar cada vez que llegue la dura montaña, son muchos, saben hacerlo y, como tienen aliados internacionales poderosos, recurrirán cuando tengan que hacerlo a dopaje ilegal imposible de detectar: son los mejores para las trampas, ni siquiera Lance Armstrong los supera en tecnología para incrementar artificialmente la potencia del cuerpo humano.

Su equipo es bueno, Andrés Manuel, tiene usted al lado a excelentes ciclistas como Claudia Sheinbaum, Alfonso Durazo, Marcelo Ebrard, Carlos Urzúa, Jorge Alcocer, Olga Sánchez Cordero, Esteban Moctezuma, Luisa María Alcalde y Alejandro Encinas. Los equipos rivales van a tratar de agotarlos a todos antes de atacarlo directamente, señor presidente. Tendrá que administrar a su equipo para que no se truene antes de tiempo.

Le recomiendo, señor presidente, tranquilidad y prudencia para saber cuándo sí y cuándo no responder los ataques. La paciencia es el secreto del éxito en una competencia deportiva tan difícil y prolongada.

Faltan muchos años para que lleguen las etapas de montaña más complicadas. Andrés Manuel, guarde energías para ese momento, no enseñe ahora todas sus armas, no revele toda su estrategia. Estudie a sus rivales: parecen liquidados, pero en realidad están simple y sencillamente preparándose, con ayuda externa, para atacar en los momentos decisivos. Ya ha visto usted de lo que son capaces esas calificadoras.

Usted y su equipo los pueden volver a derrotar, pero será una tarea muchísimo más compleja que una Serie Mundial de beisbol. El sexenio está en otra categoría: la de los deportes extremos, y ninguno es más exigente y sufrido que el ciclismo por etapas. Usted vencerá, presidente López Obrador, si y solo si administra sus fuerzas. Si, y solo sí mantiene la disciplina en su equipo. Si, y solo si recurre a la prudencia inclusive cuando más duros sean los ataques.

Un cordial saludo.