El día de hoy inicia una nueva etapa en todos los sentidos de la historia política de México, por primera vez un presidente de izquierda es elegido democráticamente por voto directo de las y los mexicanos. Se tiene una gran expectativa tanto para aquellos que votamos por él como los que no lo hicieron, es una esperanza de que las cosas sean diferentes, de que la situación de México cambie de manera radical hacia un verdadero sistema democrático y principalmente una mejor distribución de riqueza.

Los mexicanos ansiamos que todos tengamos acceso a mejores servicios en salud, educación y una mejora sustancial en el poder adquisitivo de las familias que ven como algo imposible la adquisición de la canasta básica que requiere un reajuste en el salario mínimo para tener un pueblo bien alimentado y con menos enfermedades derivadas de la desnutrición, pobreza y la falta de centros de salud para las poblaciones menos favorecidas.

Llegó la hora en que Andrés Manuel López Obrador pase del dicho al hecho y nos demuestre, a todos los mexicanos, que hicimos bien en confiar nuestro voto y silenciar las voces de aquellos que no confían en estos momentos en él. Algo muy claro que debe entender la sociedad mexicana es que los grandes cambios no los va a poder realizar una sola persona aun con todo el poder que se le otorgó en las urnas como la mayoría absoluta en las cámaras federales y locales, una gran cantidad de ayuntamientos, cabildos y síndicos procuradores.

Es hora que los mexicanos nos pongamos la camiseta y en la trinchera en la que estemos pongamos lo mejor de nosotros mismos para un renacimiento de nuestro país. Somos un pueblo luchón con muchas cosas positivas, somos poderosos cuando nos unimos para salir adelante y como muestra están los desastres naturales que cada año nos golpean y salimos airosos gracias a la nobleza y gran amor por México que tenemos.

Hoy México nos reclama unidad, nos reclama olvidar los colores partidistas y no partidistas para hacer frente a lo que venga, a los cambios que por décadas se nos ha negado. Es momento de dejar de culpar al PRI y al PAN de todas las desgracias y tomar con nuestras manos nuestro propio destino dejando de lado al México que no se ha podido lograr para pasar por el México que queremos para nuestros hijos, para nuestros nietos.

Vamos por el México del hoy, por el México del mañana y rompamos cualquier vínculo con el México del pasado, con el México que no logró su objetivo. Aun cuando hemos tenido gobiernos lamentables y deleznables somos la segunda potencia económica de América Latina después de Brasil, aun cuando no crecemos desde hace 30 años continuamos siendo la envidia de muchos países alrededor del mundo que están aún más lejos de abandonar el tercer mundo.

No hay en México una persona que conozca mejor el país que Andrés Manuel López Obrador que varias veces lo ha recorrido pueblo por pueblo, ciudad por ciudad, recogiendo los deseos, anhelos, carencias y sufrimiento que él. Tengo fe y esperanza que esos recorridos le permitan gobernar un país tan desigual y con tantas necesidades.

Debemos reconocer que el México que recibe no está en las mejores condiciones y por ello debemos de tener paciencia para ver los resultados pues existen profundas necesidades a lo largo y ancho del país que son tan diversas que solo un gobierno sensible podrá hacerle frente y llegar al fondo del asunto.

Para empezar, debemos de entrar en un proceso de reconciliación entre quienes militan en el PRI, PAN, PRD, PT, MC, PVEM y Morena. No puede avanzar el país sin esa reconciliación, ya que si bien podemos pasar los siguientes seis años quejándonos del México que nunca fue o pasar por el México que todos queremos. Todos tenemos derecho en confiar en el partido que queramos, eso es parte de la democracia y por eso debemos respetarnos unos a otros.

El día de hoy es un día histórico pues toma protesta un presidente con un amplio margen de autoridad ganada por las urnas, López Obrador está consciente de ello y por lo tanto debe ser cuidadoso de las decisiones que toma. A México le hace falta una gran sacudida para sacar todos los parásitos y sanguijuelas que se encuentra incrustados en el aparato gubernamental. Nuestra obligación como ciudadano es sacar a la luz los casos de corrupción en nuestros gobiernos municipales, estatales y federales. Se debe tener cero tolerancia a gobiernos que quieran seguir sangrando las finanzas de las arcas públicas.

El gobierno Lópezobradorista estará vigilado con lupa por los ahora partidos de oposición y eso es bueno pues no debemos dejar que un solo partido tenga todo el poder que el Morena tiene en estos momentos. Espero que la oposición logre aglutinarse y fortalecerse para poder sacar a relucir cualquier caso de corrupción, pues Morena no olvidemos que es una mezcla de todos los partidos políticos y habrá muchos que tengan viejas mañas y viejos vicios.

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