La Protección del titular del Ejecutivo Federal en México no es el lujo excéntrico al que derivó por la extensión al Estado Mayor Presidencial al equipo de gobierno en el Poder Ejecutivo. Se debe focalizar a la función toral por la que al inicio de la vida independiente de México, en 1823, se dio la organización militar cercana a la Presidencia de la República con funciones de protección y ayuda integrado en el Estado Mayor Presidencial. La protección que da el Estado Mayor Presidencial al Titular del Ejecutivo Federal es necesaria para preservar la estabilidad política del Estado Mexicano.
Esta función se ha cumplido con honor en casi 200 años de servicio hombres y mujeres con capacitación y entrega patriótica al cumplimiento del deber. No debe ser facultad del titular del Presidente en turno, limitar su cuidado, protección y servicio, sino parte del protocolo de seguridad de la nación con la autoridad de tomar control incluso sobre orden contraria expresa del propio Titular del Ejecutivo Federal en situación de peligro para preservar la estabilidad política y social de la nación.
En la historia del mundo, el asesinato político de Estado, ha surgido siempre entre los perjudicados por el nuevo cambio político y buscan cambiar las condiciones. Ejecutar este tipo de magnicidio es de enorme riesgo que no tendría sentido correr, sin asegurar antes una fuerte influencia o la seguridad en la designación del sucesor, que garantiza la impunidad a la camarilla de autoría intelectual, para además conservar y repartirse parcelas políticas, posiciones desde donde influyen en desviar la culpa en sentidos distintos y de preferencia entre los adversarios. Entonces no nos dejemos manipular. Si queremos encontrar a los culpables estarán entre los más beneficiados, no todos son culpables, ni participaron, pero los que son siempre estarán en ese grupo, nunca entre los perjudicados. Este método ha sido por mucho tiempo forma y práctica en la sucesión política. La evolución de las sociedades en el mundo lo ha sustituido por la transición democrática. Con grandes transformaciones y esfuerzo político, México había logrado madurez en la transición del Poder Ejecutivo. Esto se ha descompuesto al vivir tristes experiencias de crimen político que han dolido a los mexicanos y que han marcado una difícil condición que se reinició el 23 de marzo de 1994 en la Colonia Lomas Taurinas en Tijuana Baja California en el magnicidio del candidato del PRI a la Presidencia de México. Un candidato que fue muy querido por el pueblo.
En 2010 vivimos otra triste experiencia de crimen político, que se percibió cuando cerca de la elección, el candidato del PRI con más del 50% de la preferencia electoral, +25% ventaja, sobre su más cercano oponente. En Abril 6 de 2010 el Gobernador Tamaulipas del mismo Partido Político en rueda de prensa se confesó “rebasado por el crimen organizado”. El 28 de Junio de 2010 rumbo al aeropuerto de Ciudad Victoria Tamaulipas sucedió el magnicidio del carismático candidato que fue muy querido por el pueblo.
Averiguaciones en los procesos criminales del Departamento de Justicia en USA confirman que la cúpula político-criminal en el Estado ordenó al Cartel la ejecución del cobarde acto y puso al hermano del sacrificado, porque afectaría su actividad, como su control criminal en el territorio del Estado.
Desde entonces, pero sobre todo en estas elecciones de 2018, han sucedido muchos casos de ejecuciones a presidentes municipales, de candidatos y de precandidatos. Muchos de los ejecutados son gente buena, querida por el pueblo. Desde que un candidato es electo Presidente de México, como durante su mandato. Es cierto que el Estado Mayor Presidencial se ha utilizado en funciones que no son parte de su formación. Un equipo esbelto. Suficiente para proteger y servir al titular del Poder Ejecutivo Federal. Por el bien de la nación, eso es lo que se debe de preservar.
En cumplimiento de su responsabilidad de preservar la estabilidad del Sistema Social y Político Mexicano es su obligación el cuidado y protección de su persona.
Andrés Manuel López Obrador necesita protección y por la estabilidad política del Estado Mexicano al que el 1 de Diciembre de 2018 servirá tomando la responsabilidad como titular del Poder Ejecutivo Federal. Con su triunfo, es lógico que haya gente que no respeta la ley, que deben andar heridos o con temor a lo que les pueda suceder, en interés de los ingresos y parcelas políticas que puedan perder decidan buscar cómo evitarlo. Necesita protección del Estado Mayor Presidencial.
Por los pasos dados por AMLO en estos días hay congruencia entre lo ofrecido en campaña y lo que busca lograr su gobierno. Son muy grandes los intereses económicos políticos y criminales que afectará en su gobierno. Esto es motivo suficiente para necesitar protección profesional del más alto nivel, porque la historia ha demostrado como cierto que la enorme popularidad y el cariño de la gente no disminuyen el riesgo.