En las mesas de trabajo para la planeación de medidas que apoyen a las movilizaciones de este 2 de octubre, llamó la atención la presencia de un personaje muy, muy — sin exagerar, muchísimo muy— cercano a Miguel Ángel Mancera, ex jefe de gobierno de la Ciudad de México. Se trata de Mario Alberto Izazola, quien se desempeñara como jefe del Estado Mayor de la Policía Judicial en los tiempos en que Mancera fue procurador de Justicia. El señor Izazola es ahora responsable del área de seguridad... nada más, pero nada menos, que ¡de la UNAM!
Izazola opera en Vigilancia UNAM, dependencia que históricamente ha estado señalada por financiar grupos porriles; así ha sido al menos desde la época de Brígido Navarrete. Es decir, Vigilancia UNAM, cuna de porros, está a cargo de un operador de Miguel Ángel Mancera, reconocido enemigo político de Claudia Sheinbaum.
Las cosas como son. Mario Alberto Izazola no es un invento de Mancera, sino que se hizo, políticamente hablando, de la mano del ex presidente del PRD en la CDMX, Raúl Flores. Su primera experiencia en la administración pública fue en la delegación Coyoacán por ahí del año 2000, cuando la actriz María Rojo encabezaba la demarcación sureña de la capital. Después jugó un papel muy importante en el Metro, también en áreas de seguridad, desde donde tenía en sus manos la relación con los líderes de los comerciantes ambulantes y vagoneros de las entrañas del mencionado sistema de transporte.
A la llegada de Mancera a la PGJDF, después de que rodara la cabeza de Rodolfo Félix tras el fallido operativo del News Devine, Izazola fue nombrado como titular del poderosísimo Estado Mayor Policial, área que tenía a su cargo el aparato de inteligencia y la operación de la policía judicial.
Desde ahí aspiró a ser el jefe de la policía pero por un asunto administrativo —y sobre todo por su perfil— no pudo concretar su deseo. Su biografía no daba para ello. El periodista Jenaro Villamil pintó a Izazola de cuerpo entero en un artículo en el que principalmente destacaba sus abusos de autoridad y complicidad en el uso excesivo de la fuerza cuando laboraba en el Metro. Aquí se puede consultar.
https://www.proceso.com.mx/118096/al-frente-de-la-seguridad-del-df-responsable-de-abusos-y-extorsion
A la llegada de Mancera a la Jefatura de Gobierno el señor Izazola fue nombrado director ejecutivo de Control de Proyectos, una área creada ex profeso para él, desde donde controlaba una pequeña área de inteligencia que le reportaba directamente al ex jefe de gobierno y actual senador de la República.
Después de un breve paso por la Subdirección de Seguridad del Poder Judicial de la Federación, Izazola consiguió el cargo de director ejecutivo de Seguridad Privada de la Secretaría de Seguridad Pública. Dependencia, hay que destacarlo, lógicamente relacionada con la normatividad y la relación del gobierno capitalino con las cuestionadas empresas de seguridad privada.
Antes de finalizar el sexenio mancerista, este “experto en seguridad y protección civil” —así es como se vende— regresó a un área de inteligencia a la propia dependencia de Seguridad Pública, la Dirección General de Análisis e Inteligencia Policiaca.
Revisando las actividades de Izazola, podemos resumir que tiene relación con grupos de comerciantes de Coyoacán, organizaciones de vagoneros y ambulantes del Metro, pillos, policías judiciales, compañías de seguridad privada, además de contar con experiencia operando áreas de inteligencia. Ahora, como coordinador de seguridad de la UNAM, tiene en su cajón el listado de porros que desde hace muchos años provocan el caos en las distintas movilizaciones que se presentan en la CDMX; sí, como la de hoy 2 de octubre.
Con ese currículum, puede concluirse que tiene nombre y apellido la posible provocación —los posibles desórdenes— de este miércoles de aniversario de la tragedia de Tlatelolco ocurrida durante el gobierno de Díaz Ordaz.