El 19 de marzo de 2020 quedará marcado en la historia del Poder Legislativo mexicano como el día en que MORENA y la 4T les dieron la espalda a las necesidades de las y los mexicanos para saciar su hambre de venganza y revancha política. Los verdugos improvisados de la 4T en San Lázaro están ignorando las consecuencias de la ineficiencia de su presidente ante la pandemia del Coronavirus COVID-19 solamente para lucirse ante él.

En lugar de atender la emergencia sanitaria por el Coronavirus, de tomar medidas para proteger a las micro, pequeñas y medianas empresas del país, de garantizar el empleo de los mexicanos trabajadores o impulsar estrategias para proteger a las familias de la delincuencia, a la mayoría legislativa “le urge” concretar el juicio político, que por cierto se realizaría de forma irregular, pues aún no concluye el periodo de alegatos en el mismo.

Por si esto fuera poco, aprovechando la crisis, un día antes, los diputados de Morena se presentaron a votar un dictamen que no había sido entregado en tiempo y forma a los diputados. Violando como ya es costumbre, el proceso legislativo. Así fue como demostraron que no necesitan hacer acuerdos para legislar. Junto con sus fuerzas aliadas (PES, PT y el Partido Verde) no sólo lograron el quórum mínimo necesario para iniciar la sesión, sino también para aprobar una serie de dictámenes, entre ellos el dictamen que permitirá la reelección de su mayoría sin que abandonen su puesto de manera previa, es decir, reelección a cargo del erario.

Ayer por la tarde, el diputado Mario Delgado publicó en sus redes sociales que pese a la sugerencia de las autoridades sanitarias mundiales de reducir actividades para minimizar el riesgo de contagio por COVID-19, el Congreso de Unión dedicará su sesión del jueves 19 de marzo única y exclusivamente para discutir el futuro político de Rosario Robles. En la Cámara de Diputados laboran más de cinco mil personas. Entre ellos diputados y asesores de los distintos estados de la república, que para sesionar necesitan pasar por aeropuertos, en los cuales, pese al estado de pandemia que enfrentamos, no existen los filtros ni las condiciones de seguridad necesarias.

Es absolutamente irresponsable la actitud de Morena ante la crisis del COVID-19 y su decisión de sesionar. No sólo porque esta pone en riesgo miles de trabajadores de la cámara de diputados sino porque además, en su necesidad de demostrar su poder, no integran la opinión de las distintas fuerzas políticas del país en el debate de un tema tan importante como lo es la reelección de diputados.