Ay mi México lindo, querido país por muchos, añorado por algunos en el extranjero y al parecer odiado por otros tantos viviendo a fuerza aquí mismo… Por cierto, antes del primero de julio prometieron irse, pero aquí mismito siguen… es más hasta los vemos rondar Palacio Nacional… Aferrados a no soltar lo que consideran suyo.
Este 2018 que termina hemos visto de todo, sí, de todo queridos amigos, pleitos, encontronazos, mentiras convertidas en verdades, “maiceos”, riñas políticas, reencuentros con abrazo y piquete de ombligo, nuestro amado México es crisol y paraíso…. puerta del infierno y purgatorio… todo depende los ojos con que lo mires… o del escalón donde te encuentres… Triunfos y Tragedias.
¿Qué de bueno les deja para recordar? Pues depende… dirán más de alguno… Para un poco más de un tercio de la población es la antesala a un México mejor y más justo, equitativo… para un porcentaje pequeño, ¡la hecatombe! Sus privilegios han terminado, y esa puede ser la razón principal de tremendo berrinche utilizando al porcentaje maleable para hacer ruido en las redes sociales, porque sí, las redes sociales han pasado a ser el termostato donde se regulan hasta sentimientos, depende que noticia les lances… pero también son “utilizables” y de eso se encargan los que en la mano tienen los centavos justos.
En esta parte habrá que ser muy cautelosos con lo que consumimos, analizar a profundidad cualquier punto y coma mal puesta, o bien puesta… con tal de desestabilizar a ciertos sectores se utilizan artimañas de todo tipo, la responsabilidad de quienes estamos al frente de algún medio sea grande o pequeño es importante, de nosotros dependerá el rumbo de tal o cual noticia.
¿Qué no se dejan redimir para la salvación eterna…? Esta era la queja antaño cuando la religión era el arma favorita, los tiempos han evolucionado, en apariencia, y de religiones lleno el planeta sigue dando tumbos, la humanidad siempre ha necesitado un remanso donde encontrar un poco de paz, los finales e inicios de ciclo parecen ser ese parte aguas donde las interrogantes llegan a raudales en cada corazón, quizá la época ablanda un poco los caparazones endurecidos por tanto golpe, de poco servirán los falsos profetas en nuestro tiempo si vienen antecedidos por mentiras y engaños, ahora es más fácil descubrir falsarios…
México no necesita profetas ni profecías, necesita manos, brazos fuertes que se arremanguen camisa; que pongan cuerpo y espíritu a la obra, el país no se levantará solo con esfuerzo bruto, necesita recurrir a la fortaleza mental de muchos ancestros que han velado tras bambalinas, quienes se han adueñado de las riquezas del país no conciben la suma de los pueblos originarios a la lucha desencadenada en meses pasados, se olvidan que esa parte de México es la fuerza que nos mantiene como nación, utilizados como bestias de carga, como punta de lanza en las batallas, la tropa, los pueblos originarios siempre han estado ahí, la hora del despertar llegó y es justo retribuir lo que el pasado les despojó, voltear al sur sureste de México para comenzar desde ahí la justicia en deuda no es un paso en falso como algunos pretender hacer creer.
El 2018 pasado quedará en la historia de México como el año donde se da un giro de timón y se navega contra corriente, donde los facinerosos fueron exhibidos brutalmente al grado de matarse entre ellos con tal de seguir en el poder, el 2019 promete esperanza a fuerza de trabajo y unión, algo que no asusta al pueblo real, pues el trabajo diario ha sido la única forma de sobrevivencia conocida hasta el momento, la diferencia será ahora la presencia de verdaderos líderes que guíen con ejemplo y rectitud…
Y de no ser de esta manera el pueblo mismo lo demandará, el despertar ha llegado y el año venidero se vislumbra, no solo lleno de esperanza y cambios, sino de verdad, seguir con la limpieza de alimañas rastreras, de abejas reinas y de zánganos, de lambiscones…