El Dr. Manfred Spitzer nos dice en su libro Demencia Digital que algunos políticos encargados de la educación en el mundo dan por sentado que el hecho de que el tecnología avance y se allegue a los ciudadanos, no es sinónimo de aprendizaje y buena capacitación a las generaciones que forman parte de la actual sociedad de la información.
¿Quién no recuerda en México programas sociales como micompu.mx? Ese programa en el que el entonces Presidente de México Enrique Peña Nieto, prometió que los alumnos de 5to y 6to de primaria tendrían una laptop o un dispositivo electrónico para trabajar desde casa o en las mismas instalaciones escolares. Sí, ese mismo programa en el que el gobierno de México se gastó 3,7636 MDP de una forma cuestionada y que la misma OCDE pusieron en duda la eficiencia de dicho programa por los dispositivos que se entregaban.
En pocas palabras, estos dispositivos venían con una plataforma llamada .mx, instalada. Que no eran más que videos, lecturas, audios y animaciones para aprendizaje de los alumnos que obtenían dichos dispositivos. Muchas escuelas no contaban con internet, por lo que los alumnos se llevaban los dispositivos a casa, donde los usaban, distrayéndose de sus tareas, los arrumbaban, o en su caso los papás al ver que eran distractores, los regresaban a la escuela y no se supo más de estos dispositivos en clase. Por lo que este programa, resultó ser un fiasco y un gran fracaso, porque incluso, la PROFECO en el 2014, detectó que varios equipos entregados a alumnos fueron a parar a casas de empeño, de donde se rescataron en su momento.
Esto, en pocas palabras ha sido el destino de programas sociales, desde el punto de vista digital, que se han tratado de implantar a nivel federal o en algunos estados de la República. En Jalisco desde el 2013 contamos con el Programa una Computadora por Familia, que es un apoyo económico de 2,000 (dos mil pesos) para la compra de equipo de cómputo otorgado a hogares en condición de pobreza y/o rezago social que tengan entre sus integrantes a estudiantes y además no cuenten con un equipo de cómputo en la vivienda, correspondiendo a un sólo apoyo por familia. Aún así, las personas en condición de pobreza, prefieren utilizar esos 2,000.00 pesos en comprar comida, no un equipo de cómputo para alumnos que quizá en unos meses ya no estarán en escuela y estarán trabajando para sacar adelante a la familia.
El hecho de que se hayan lanzado infinidad de programas para proveer a profesores, alumnos y personas involucradas en la sociedad de la información y de la comunicación, nunca dio los resultados esperados, ahora vemos que seguimos siendo, como sociedad, analfabetas digitales en sistemas y programas que nos ayudan a desarrollarnos como estudiantes, profesores y profesionales en nuestros diferentes ámbitos. Este analfabetismo lo estamos padeciendo en plena contingencia, en donde vemos que los "niños que nacen con el chip de las computadoras", no saben lo que es utilizar la computadora para estudiar, realizar tareas, desarrollar conocimiento, investigar, leer y por supuesto aprender a ser parte de la sociedad de la información, que es más que grabar tiktoks, tener un red social y ver youtube.
Se debe de implantar una política pública que nos asegure que en adelante que las personas en las que impacte, vean a futuro, ya que el desarrollo de las políticas públicas para la sociedad de la información en América latina ha sido desigual hasta ahora, no se diga en México. Recordemos que el Jalisco ya se dio un paso adelante para la educación, ahora hablaremos en adelante de educación híbrida, por lo que desde la Secretaría hasta los padres de familia impactará el hecho de que tendremos clases convencionales, pero también el uso de las tecnologías de la educación y la comunicación diariamente.
Antes de la emergencia sanitaria los programas sociales en tecnología eran una cosa, después de esta emergencia, deben de ser otra, en la que se piense antes de ejecutar o de regalar computadoras que serán abandonadas, es preferible un apoyo y que se valore la adquisición de herramientas tecnológicas para el crecimiento de la sociedad.
Ramón Becerra Reynoso.
Twitter: @ramonbecerramx