Es innegable: ¡Estamos atravesando la crisis más difícil de la época actual! Nunca antes habíamos vivido un fenómeno mundial que nos afectara por igual, sin importar origen o condición social. En todos los países estamos sufriendo las consecuencias del Coronavirus y la caída económica más aterradora.
Hace algunas semanas comenzamos a “sentir” más cercano el Coronavirus, nos dimos cuenta que SÍ iba a llegar, a pesar de que somos una “raza fuerte y milenaria”, las ventas empezaron a disminuir, los rumores y las cadenas de WhatsApp fluyeron cada vez con más fuerza, la gente se volcó por papel sanitario (el ¿por qué? continúa siendo un misterio) e inevitablemente llegó el momento donde casi casi nos paralizamos, las escuelas cerraron, los pedidos dejaron de llegar, al igual que los pagos, los proyectos se detuvieron y en las empresas comenzó el ir y venir de las preguntas y decisiones difíciles, ¿despedimos gente?, ¿reducimos horarios?, ¿pedimos crédito?, ¿cerramos por tiempo indefinido? Y justo aquí quiero hacer una pausa, aunque la situación da terror, no debemos tomar decisiones permanentes por situaciones temporales, de hacerlo, cuando la crisis pase nos daremos cuenta que podríamos haber actuado totalmente distinto.
Y siento que va bien una historia que, en lo personal, me hace tomar decisiones de forma más ecuánime en momentos difíciles: En un reino muy muy lejano había un Rey, de esos que luego no tiene que hacer, y en un momento de aburrimiento reunió a los viejos sabios del pueblo y les dijo que si alguno lograba encontrar algo que en un instante hiciera que la tristeza o la felicidad se acabara, le daría una gran recompensa y un lugar como su consejero. Pasó mucho tiempo, sabios iban y venían trayendo pócimas y más cosas, pero nada que convenciera al Rey, así pasaron los años y mientras tanto el Rey encontró el amor, estaba pletórico, feliz como nunca antes en su vida… entonces, un sabio llegó y declaró tener eso que el Rey tanto buscaba, ante la intriga el feliz Rey se reunió con el sabio, mismo que le entregó un anillo, al mirarlo y leer la inscripción el Rey pasó de una enorme alegría a una gran tristeza, la inscripción rezaba: “todo pasará” . Seguro que el cuento es distinto, pero así lo recuerdo, ahora lo importante ¿cuál es la enseñanza de la historia? Que sin importar la alegría, angustia, tristeza o desesperación, siempre pasará, todo es pasajero, no hay felicidad ni tristeza eterna. Esta crisis es transitoria y si lo hacemos bien nos dejará un gran aprendizaje y fortaleza. Así que, sin importar las noticias que escuchamos todos los días, mantén la certeza de que en unos meses podrás ver hacia atrás y darte cuenta que ya pasó.
Ahora bien, no se trata de cruzarnos de brazos, ponernos a ver películas y publicar en redes sociales cómo nos entretenemos, utiliza este valiosísimo tiempo de forma productiva. Mis clientes siempre posponen cosas importantes porque no pueden dejar de operar, ¿y qué crees? Que este es el mejor momento para ponerte a trabajar en eso que siempre estás postergando y no importa si eres emprendedor y estás solito o eres empresario y tienes una fábrica u oficina.
Aquí te doy opciones productivas para ocupar tu tiempo, prepararte y ponerte en forma para cuando la situación regrese a la normalidad. Te pido que te imagines ti y a tu empresa en una mucho mejor condición que en este momento, lista para atender mejor a tus clientes:
1.Organiza tu espacio físico y documentos, depura y limpia. Además de ser terapéutico, será muy bueno para la higiene y salud, la imagen de tu empresa mejorará sustancialmente, incrementará la productividad y reducirá los costos. ¿Todo eso? Sí, hazlo como quieras o sigue la metodología japonesa 5 S’s, ideal para los espacios de trabajo.
2.Elabora y/o actualiza tu presupuesto. Si ya lo tenías, seguro vas a necesitar ajustarlo considerando la situación actual. Lo bueno de las crisis es que nos permite ver con claridad nuestros gastos “irreductibles” aquellos que verdaderamente son necesarios, y los innecesarios brillan como luciérnagas en la oscuridad, así que aprovecha para hacer una depuración de tus gastos y una proyección de tus ventas, así como las estrategias que pondrás en marcha.
3.Da mantenimiento mayor en tus oficinas y fábrica, esas máquinas que nunca puedes parar, esas paredes que no tenías tiempo de pintar, todo lo que estaba pendiente. Es una forma de aprovechar el tiempo de la gente y hacer cosas que de cualquier forma se tenían que hacer. Hasta sirve de actividad de integración, eso sí manteniendo la distancia.
4.Toma capacitación. Es como vitamina empresarial en tiempos de crisis, aprovecha para que las personas tomen capacitación en los temas que hacen falta, elabora un programa, busca videos, libros o cursos en línea y discutan el tema para aprender más. Si eres solito o solita, este es el momento ideal para leer los libros que tanto necesitabas, ver videos de temas en los que debías desarrollarte, no desperdicies este tiempo porque no va a regresar.
5.Revisa y mejora tus procesos. Este tiempo es ideal para revisar la forma en cómo se hacen las cosas y mejorarlas, hagan simulaciones, pruebas, este es el momento.
6.Innova. Esta es otra de las tareas que difícilmente podemos hacer cuando estamos operando, o resolvemos los temas inmediatos o nos ponemos creativos. Este es el momento de ponerte creativo, reúnete virtualmente con tu equipo y trabajen en algún tema relevante que quieran desarrollar o cambiar. Recuerda, la crisis es oportunidad.
7.Haz inventario. Es el mejor momento, hay poco movimiento y suficiente tiempo, y cuando lo hagas aprovecha para organizar todo, identificar mejor, establecer niveles de inventario, etc.
8.Desarrolla tu estrategia de redes sociales. Si nunca tienes tiempo para hacer tus diseños, analizar si pagar publicidad o no, aprovecha este tiempo para hacerlo, hay muchos cursos y videos cortos que te dicen que sí y que no y cómo hacerlo, así que pon manos a la obra.
9.Crea lazos con tu equipo. Este es momento de ser solidario, empático, hacer sacrificios y esfuerzos. Sé que está muy complicada la situación, pero evita lo más posible despedir gente o dejar de pagarles, platica con tu equipo, encuentren entre todos la forma de mantener la empresa a flote, es momento de trabajar juntos y cuidarnos unos a otros para salir más fuertes que nunca.
Esto solo es el inicio de algo que será mucho mejor, cuando veamos hacia atrás y conectemos los puntos podremos verlo.
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