Erase una vez una princesa, le decían de cariño “Chepina” su nombre era Josefina Eugenia, ella vivía en una casa azul muy hermosa, grande y con jardines bellos y pintorescos, su madre, la Reyna Munrra la llenaba de joyas hermosas, las más maravillosas y valiosas gemas, rubís, zafiros, esmeraldas; Chepina, en su alcoba tenía el regalo más fabuloso, más bello… un espejo mágico. Cada mañana Chepina se miraba al espejo y preguntaba: “espejito espejito ¿quién es la mas hermosa del mundo?” el espejo contestaba: “Tu Chepina, tú eres”. Chepina hacía la misma pregunta todos los días a su espejo mágico.
Chepina estaba muy enamorada de un príncipe guapo, corpulento y sobre todo millonario, ella era una muchacha muy tímida, y le costaba trabajo expresar sus sentimientos hacia Ricardo Pedro Antonio Solá Villarancia del Verde (el príncipe). Un día decidió terminar con esa timidez que la caracterizaba y se dirigió a casa del Príncipe, acompañada de mariachis y de unas cuantas botellas de tequila. Cuando de repente comenzó a cantar con sentimiento “una rosa pintada de azul, es un motivo, una simple estrellita de mar es un motivo”, cantó aproximadamente 10 canciones, pero el príncipe… no salía, no se prendía ninguna luz, ninguna señal del Príncipe, de repente… se prendió una luz en la alcoba, era él, era Antonio muy enojado por el atrevimiento de Chepina, Antonio salió por el balcón y con fuerza arrojó un cubetazo de agua fría a la pobre Chepina, azotó la puerta y continuó durmiendo.
Chepina, toda mojada, empapada y con el corazón hecho trizas agarró sus enaguas y se fue… lloró y lloró, entro en depresión y se convirtió en un ser lleno de maldad, el rencor la poseía y la convertía en la creatura mas frívola que pudiera existir.
Años más tarde a Chepina le entró la loquera y se lanzó como candidata para gobernar un país, realizó una campaña de fiasco, y comenzó a cometer errores. El pueblo no confiaba en Chepina porque decían que era muy gris y que llevaría a todos a la más profunda pobreza, entre otras cosas.
Chepina viendo su derrota, comenzó a escribir cuentos para niños, títulos como: “Crónica de una derrota anunciada”, “Pinche Sota”, “La hija incómoda”, “Chepina y los 7 enanos”, “Chepina en el país de las quesadillas”, “Pinocha”, “Las niñas con falda”, “Cocoa la rata”, “Lavando dinero y ropa sucia”, fueron varios títulos, algunos tuvieron éxito, otros no tanto.
Usted puede encontrar estas obras de arte literaria en las Librerías de EPN o en Librerías Chepina, es la misma cadena, no se preocupe.
Años después luchó por ganar el premio Nobel de la literatura, pero no lo consiguió.
Tiempo más tarde empezó con los síntomas de la menopausia, y poco a poco la estamos perdiendo. FIN