Cuando la pandemia del COVID-19 comienza a dar los primeros signos de saturación en el sector salud como ocurre ya en la Ciudad de México, una nueva crisis viene a agravar la situación que se vive en nuestro país, porque a los estragos en la salud, economía y en el empleo, hay que sumarle la cada vez más creciente pérdida de credibilidad en el Gobierno Federal, no solo por su ineficacia para enfrentar el problema, sino también por su tendencia a mentir.

Que una empresa como TV Azteca llame a no hacer caso a las autoridades sanitarias, se entiende como una medida de presión del Grupo Salinas para continuar evadiendo impuestos y obligar al gobierno a que le siga haciendo favores y otorgándole contratos multimillonarios, pero que sean algunos gobernadores los que exhiban a la federación como mentirosos, eso sí es grave, sobretodo cuando no son los opositores, sino los autollamados de “izquierda”, quienes exhiben las debilidades de la administración de Andrés Manuel López Obrador.

La semana anterior escuchamos al ridículo gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta afirmando que eso de que habían llegado aviones con ayuda y equipo médico no era más que una leyenda urbana porque a su estado solo le dieron dos cajitas con dos mil cubrebocas; pero a sus protestas también se sumó el mandatario de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, quien reforzó la afirmación de que en su entidad, los médicos estaban “cayendo como moscas” por falta de suministros para hacer su trabajo por parte del IMSS.

YA NO MIENTAN…

Lo dicho por Jaime Bonilla surgió después de una polémica causada hecha por un actor y comediante para exhibir las carencias en el IMSS, pero el asunto no quedó ahí, pues ese mismo gobernador, amigo y compañero de partido de López Obrador, acusó al gobierno federal de disfrazar las cifras en torno a la pandemia y públicamente comparó las cifras dadas a conocer por la federación con las que tiene el sector salud de Baja California, las cuales evidencian muchos casos más que los difundidos cada día en la conferencia de prensa “nocturna” del subsecretario Hugo López Gatell.

Otro más que pidió al gobierno federal y al Instituto Mexicano del Seguro Social “ya no mentir”, fue el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, quien desmintió la declaración de Zoe Robledo, director general del IMSS, que dijo que habían enviado a reparación 320 respiradores respiradores artificiales.

“O les gusta mentir a ustedes, que no creo… o les obligan a mentir, pero dejen de mentirle a la sociedad mexicana” dijo el gobernador Aureoles, quien además anunció la devolución de dos mil cubrebocas y 96 botellitas de alcohol que fue la única “ayuda” que la federación envió a Michoacán. Hay que destacar que no son los gobernadores de oposición quienes han exhibido esto, son los de la disque “izquierda”, así que no vayan a creer que se trata de antipejistas, mucho menos de “prianistas” o de los “conservadores”, sino de los aliados de López.

 

MALA COMICIDAD…

Y por cierto, otro “cómico” que causó polémica, fue el youtuber “Chumel Torres”, quien éste fin de semana hizo a través de su cuenta de twitter una mala broma en torno al estado de Hidalgo y los hidalguenses con motivo de la pandemia por el COVID-19, lo que le valió una serie de críticas y reclamos en redes sociales.

Pero el humor negro del “ChumiBebé”, no solo encontró rechazo y una respuesta por parte del Gobierno de Hidalgo; igualmente hubo funcionarios públicos como José Luís Romo, secretario ejecutivo de la Política Pública que lo invitan a conocer más de nuestra entidad antes de descalificarla.

También hubo políticos que se le pusieron de tapete para ser su guía de turistas cuando guste venir; quizás sea su papel del secretario de Turismo, Eduardo Javier Baños Gómez el atraer visitantes a la entidad, pero resulta hasta cómica su actitud frente a quien con una broma tonta intenta insultar a los hidalguenses. Se entiende el oportunismo de gente como Canek Vázquez Góngora, que encontró ahí un chance de hacerse notar, pero no se comprende la reacción de Baños.

 

POLÉMICOS DIPUTADOS…

Quienes nunca dejan de ser tema, son los diputados locales de todos los partidos y por ello no hay que perderlos de vista; un caso que llama la atención es el del morenista Jorge Mayorga, pues empieza a trascender que uno de sus más cercano colaboradores ha sido denunciado penalmente por una muy violenta agresión en agravio de una mujer, pero el colaborador hace alarde de influyentismo e impunidad y presume protección por parte del legislador, quien habrá que ver de qué manera reacciona en este caso cuyos detalles están en la carpeta de investigación NUC-12-2020-04739 iniciada en el Centro de Justicia para Mujeres, en el que extrañamente no avanza como si alguien impidiera proceder contra el agresor.

Por otra parte la diputada Mayka Ortega Eguiluz y el diputado Ricardo Baptista González volvieron a “agarrarse” a twitazos, pero esta vez el tulense perdió el round por cuestión de números, pues presumió que 30 millones votaron por López Obrador, pero no pudo refutar que 60 millones de electores lo hicieron en contra.

Finalmente, también las redes sociales llevaron a la polémica a la diputada Jajaira Aceves Calva, quien gracias a los 30 mil pesos que como todos los diputados recibe cada mes para gestión, ordenó distribuir despensas en su pueblo natal, pero no pudo evitar la tentación de ponerle su nombre a las cajitas incurriendo en autopromoción; si alguien no sabe para qué, existe la sospecha de que es para favorecer una precandidatura en Mixquiahuala, aunque no para ella.

 

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