Javier Marías es un muy buen escritor. Por lo que he leído en la prensa de España, los tuiteros de ese país no lo quieren mucho. Así son los usuarios de Twitter: para sentirse importantes desprecian a los mejores. ¿Qué tiene de criticable un gran novelista? Porque eso es el señor Marías, en mi opinión. He leído algunas de sus obras, excelentes sin duda. Hace unos días compré Berta Isla, ya tendré tiempo de comprobar si es verdad lo que se publicó en El País: la novela “más inquietante y desolada” del autor.
Hay palabras que me inquietan, “desolada” es una de ellas. Como no soy experto en temas del idioma español, cuando quiero comprender una expresión, recurro a la página de internet de la @RAEinforma. En www.rae.es resulta de lo más sencillo realizar consultas. Se trata de un sitio muy bien diseñado y mejor administrado y operado que, ahora me entero, podría perder calidad y en un caso extremo, desgraciadamente probable, hasta desaparecer.
En El País, Javier Marías, ha difundido un artículo sobre los problemas económicos de la Real Academia Española. Son muchos y cada día se complican más:
1. La RAE es una institución de tres siglos de vida que “solía financiarse en buena medida con las ventas de sus publicaciones, sobre todo con las del Diccionario, antes abreviado en DRAE y ahora en DLE (Diccionario de la Lengua Española, al ser obra de todas las Academias, no sólo de la de nuestro país)”.
2. La RAE no es una institución pública: es privada.
3. Las ventas de los productos en papel de la RAE han caído, “más que nada porque el DLE puede consultarse desde el ordenador, la tableta y el móvil, infinitas veces y gratis”.
4. El diccionario online de la RAE es consultado entre 70 y 80 millones de veces al mes —supongo que no pocas de las consultas se hacen desde México.
5. El escritor supone que “todo el mundo se congratula de que desde el siglo XVIII exista una norma, o más bien una referencia y orientación, para los vocablos. Que ayude a percibir los matices y las precisiones, que aclare los sinónimos y los que no acaban de serlo, que recoja y registre las evoluciones del habla, que señale lo que es anticuado o desusado y lo que es peyorativo. Que nos ayude a entender y a hacernos entender cuando hablamos o escribimos”. Supongo lo mismo que el señor Javier Marías: todos los que hablamos español apreciamos la existencia de la RAE porque nos ayuda, y mucho, a entendernos.
6. Sin duda, “la RAE sirve a la sociedad española y a las latinoamericanas, sirve a los ciudadanos y al Estado”.
7. El problema es que el Ministerio de Educación del gobierno de España, “que contribuía a su mantenimiento con una cantidad anual, la ha ido reduciendo a lo bestia”.
8. Es un caso de enorme ingratitud.
9. No era necesario que el escritor lo dijera, pero quiso recordarnos a sus lectores que todos los que operan la RAE “perciben un sueldo, como es de justicia”.
10. Los académicos cobran menos: “emolumentos modestísimos, en función de nuestras asistencias. Y si no asistimos, nada, como es lógico”.
11. Este año tales emolumentos “se verán reducidos en un 30%, por la escasez de ingresos y ayudas”.
12. Ya ha habido recortes de personal en la RAE.
13. En su artículo, Marías ha denunciado al gobierno de España por su hipocresía, “su desinterés, su desprecio, su animosidad hacia la cultura”.
14. Los actuales gobernantes españoles “ignoran lo difícil que es definir una palabra”.
15. Definir y redefinar las palabras cuesta. Y ponerlas en internet para que las consulten 80 millones de veces en un mes seguramente cuesta todavía más.
16. Javier Marías cuenta que en su comisión, hace poco, les tocó redefinir “reminiscencia” para diferenciarla de “rememoración”, “remembranza” y “recuerdo”.
17. Los académicos también han tenido que definir “pedorra” y “pedorro”: “Nos las vemos con lo más sublime, lo más técnico y lo más zafio, y a todo hemos de hacerle el mismo caso”.
18. El problema muy grave es que la RAE, si el gobierno español le sigue recortando recursos, “bien podría dejar de prestar un día todos sus gratuitos servicios”.
¿Por qué el gobierno de México no apoya a la RAE?
Es muy grande el gobierno de México y cuenta con recursos para apoyar la educación. La Real Academia Española con su diccionario en línea no solo educa a los españoles, sino también a los mexicanos.
El secretario de Educación Pública, Otto Granados, debería aprovechar el debate reciente sobre el gasto del gobierno federal en los medios de comunicación para enviar a la RAE buena parte del dinero que su dependencia tiene asignado para promover sus proyectos y programas.
¿Que la RAE no vende publicidad? Realmente eso es lo de menos: cuando se trata de gastar los funcionarios públicos son infinitamente creativos. Si se lo propone, el señor Granados encontrará la manera de firmar un acuerdo de entrega de dinero mensual a la RAE que sea obligatorio no solo durante lo que reste del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, sino que obligue también a la próxima administración. No creo que los candidatos presidenciales AMLO, Meade y Anaya vayan a molestarse por eso.
¿Y qué significa “pedorro”, “pedorra”?
Una consulta rápida al DLE en línea y tenemos la respuesta:
pedorro, rra
1. adj. Que echa pedos repetidos. Apl. a pers., u. t. c. s.
2. adj. coloq. Dicho de unapersona: Tonta, ridícula opresuntuosa. U. t. c. s.
3. f. Ar. prostituta.
4. f. coloq. Hond. ametralladora(‖ arma automática).