Alfonso Arau me contó que en sus inicios como actor, durante el corte a comer de una filmación, los artistas se decían, alegres: “Al menos por hoy, ya comimos”.
Durante años se ha menospreciado el trabajo de los artistas, considerándolos bohemios viciosos, apartados del mundo material, que se conforman con algunos mendrugos que caen en su sombrero andrajoso.
“Ellos no necesitan dinero, viven de la inspiración”, “el aplauso es el alimento de los artistas”, “no son importantes, no generan ganancias”, son lugares comunes que no solo creé el respetable público, sino los empresarios del arte y la cultura, que no dan anticipos, ni pagan regalías y muchas veces, ni siquiera ofrecen una paga, argumentando: “no tenemos dinero, pero míralo como una promoción”.
A los guionistas de cine, los productores nos dicen: “Escribe el guion, y si encontramos apoyo de IMCINE y se filma, te pagamos”. Los que participan en un rodaje o puesta en escena, a veces tampoco cobran, involucrados como “cooperativa”, donando su trabajo hasta que haya una recuperación en taquilla.
Los artistas plásticos, en teoría, le ponen precio a su obra, pero la verdad, la mayoría se cotiza de acuerdo a lo que falte en la despensa.
Un gobierno de izquierda debería apoyar al arte y la cultura, ya que supuestamente los derechosos son los gorilas insensibles que ponen por delante la plusvalía antes que el desarrollo humano, pero lo política de austeridad dela 4T, se ha ensañado con quienes trabajan con el espíritu, recordando la Parábola del Dinero, que dictara Jesús en Evangelio de San Mateo: “al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará”.
El Movimiento Colectivo para la Cultura y Arte de México (MOCCAM), que conforman el actor Daniel Gimenez Cacho, las actrices Dobrina Cristeva y Renata Wilmer, el dramaturgo Martín López Brie, el cineasta José Antonio Cordero, y los artistas plásticos Miguel Ángel Corona “el Reynito” y Antonio “Gritón”, exigen seguridad social para los artistas y un mayor Presupuesto de Egresos de la Federación en 2020 para la Cultura y el Arte (ya una vez lograron rescatar 500 millones de pesos a la Secretaría de Cultura).
Además de presionar con hacer presencia en las “mañaneras”, emplazaron a un paro laboral, bajo el lema: #MéxicoSinArtistas. Aquí, lo paradójico es que la gran mayoría carece de chamba (es como si los maestros rurales se pusieran en huelga de hambre).
Por lo pronto, hago algunas sugerencias al presidente “Peje”:
Obviamente, no estoy proponiendo que se les dé un arma y se les ponga al frente de un batallón (aunque vivir del arte ya es bastante temerario), sino que les paguen por sensibilizar a los maleantes, con obras y exposiciones (al aire libre, en zonas de alto riesgo).
Tal vez toda su agresividad la sublimen a través de la catarsis.
En vez de responderle feo al “Borolas”, Fox, “Tumbaburros”, Irving Pineda, Denise Dresser, etc., o agarrarse a mentadas con la “prensa fifí” en las mañaneras, cultívenlos. Contraten artistas para grabar videos y audios con obras de Chejov, dramatizaciones del Quijote, poemas de Sor Juana, pinturas de Rufino Tamayo, para que se los manden pon mensajes privados. En vez de destruirlos, háganlos útiles.
En una de esas, los intelectuales de la Operación Berlín se pasan de bando, cuando sus patrocinadores dejen de soltar el varo.
En vez de rematar las casas e inmuebles mal-habidos, conviértanlos en Casas de la Cultura, museos, teatros, cines, escuelas de artes. También se pueden expropiar lugares inútiles como el Centro Fox, para la gente tenga más opciones para sus emociones, además del futbol, las telenovelas y el reggaetón.