Increíble que en el periodo de silencio previo a la jornada de votaciones, el candidato del PAN-PRD-MC haya decidido reunir a sus generales, comandantes y coroneles panistas para hacer planes acerca de qué hacer, no con la Presidencia de Mexico, que todos ellos ven inalcanzable, sino con el partido que no quieren dejar de controlar. 

Pero ha sido tan tonto de parte de Anaya organizar estrategias para controlar al Partido Acción Nacional antes de las elecciones presidenciales que, de plano, ha dado sobrada evidencia de que él y sus asesores y estrategas, como los ejércitos vencidos, ya han emprendido desordenadamente la huida.

En el sitio Etimologías.dechile,net, la señora Helena explica el origen de la palabra:

“… Rota en latín significa rueda. Este rota viene del latín rupta (rota, quebradaI, participio femenino del verbo rumpere, y procede de expresiones militares como rupta acies (línea de combate rota, formación rota) que hace referencia a la ruptura de la formación de lucha de un ejército que conlleva necesariamente al desbaratamiento de sus posibilidades de lucha y precede a una huida generalizada”.

¿Por qué Anaya, en vez de organizar a sus ejércitos para dar la pelea final contra AMLO y Meade el próximo domingo, se prepara para una batalla menor, la de seguir dominando al PAN? Hay diez razones.

1. Porque sus encuestas internas, esto es, sus trackings le dicen a Anaya que este arroz ya se coció y tiene cara, forma y sabor de Peje.

2. Porque Anaya es un fracasado en la definición que dio Elbert Hubbard: “Un hombre que ha cometido un error y no es capaz de convertirlo en experiencia”.

3. Porque Riqui Riquín Canallín sabe que sobran actores políticos con poder, como el mismísimo Felipe Calderón y no pocos gobernadores panistas, decididos a quitarle el control del PAN.

4. Porque teme a la PGR, esto es, porque en su derrota electoral, piensa que solo seguir mandando en el PAN impedirá que la PGR siga adelante con las investigaciones en su contra acerca de lavado de dinero.

5. Porque los anti depresivos ya no le funcionan y, por esa razón, no es capaz de llevar su lucha electoral hasta el final.

6. Porque Anaya ya ve a sus pocos aliados del PRD y MC que logren llegar a las cámaras de Diputados y Senadores listos para irse a Morena.

7. Porque cree que el control del PAN lo protegerá de la furia del presidente Peña Nieto que tendrá poder todavía varios meses después de las elecciones y que, evidentemente, no vacilará en negociar con AMLO la cabeza de Anaya.

8. Porque ha visto crecer tanto a Meade en las últimas semanas que ya no ve seguro ni siquiera el segundo lugar en las votaciones del domingo primero de julio.

9. Porque ofendió de más a López Obrador durante la campaña y busca, con el PAN como escudo, defenderse de las investigaciones que según Anaya (no según AMLO) el nuevo presidente de la República podría abrir en su contra.

10. Porque, pragmático como es, Ricardo Anaya consciente de que ya no la hizo en la elección presidencial, se refugia en la muy sabia expresión de que, de lo perdido, lo que aparezca.