Otras cosas fifí

El periodismo fifi es buen periodismo. Si no recuerdo mal, AMLO inventó la categoría del periodismo fifí para defenderse de algunos excelentes reportajes y encuestas elaborados por el Grupo Reforma.

Que Reforma enfrente a López Obrador con los empresarios por el tema de la bancarrota es una estupenda idea, informativamente hablando; sin duda, los que niegan la quiebra del país tienen mejores argumentos que el presidente electo cuando nos asegura que nuestra sociedad esta en ruinas. ¡Buen trabajo del periódico Reforma!

Ahora bien, no solo esta empresa cae en la información mamerta. En opinión del próximo presidente de la República, criticar a Andrés Manuel por su defensa de Rosario Robles es fifí, como lo es argumentar que no tiene ningún sentido la consulta ciudadana sobre el NAICM pues, como todos sabemos, la opción de Texcoco es la mejor (o la menos peor, si así quiere verse).

También es fifi exhibir a los diputados de Morena cuando piden que el gobierno viole la ley y no aplique la legislaciòn del SPD o la del INEE, o cuando sus senadores insisten en la ridícula idea de usar tuppers y así sentirse salvadores de la Patria.

De hecho, hasta la prensa de izquierda tiene su lado fifí como lo ha demostrado Julio Hernández de La Jornada, al cuestionar el sainete de Manuel Velasco como senador para ser sustituto de sí mismo como gobernador...

Ni duda cabe, el periodismo fifí es gran periodismo, le guste o no al Sr. López Obrador.

La tibia y el peroné

Pero las palabras tienen varios significados y en ocasiones algunos de tales significados son negativos o inclusive muy malos.

Existe, desgraciadamente, el periodismo fifí como sinónimo de periodismo clasista, aburguesado, superficial y ejecutado con simples y purisísimas ganas de joder.

Vayamos al ejemplo reciente más lamentable, publicado justamente en el diario Reforma en su columna de Templo Mayor del día de hoy: 

“LA TERCA realidad le mostró a Andrés Manuel López Obrador un atisbo del futuro y cómo no es lo mismo la austeridad en el discurso que en la vida real...”.

“...EL JUEVES, su hijo de 11 años se fracturó una pierna y fue llevado a un hospital privado. Varios se preguntaron si, de haber ocurrido esto después del 1o. de diciembre, cuando la familia presidencial ya esté afiliada al ISSSTE, lo hubieran llevado a ese servicio.”

Para empezar, me temo que quizá no debió haber sido nota el accidente de Jesús Ernesto López Gutiérrez (esta se publicó, aclaro, no solo en citado rotativo, sino en muchos otros incluyendo este portal de noticias). Al informar con absoluta objetividad que el niño se fracturó tibia y peroné se le expuso a agresiones de fanáticos que siempre existen. Beatriz y Andrés Manuel agradecieron las expresiones de solidaridad y cariño por el malestar de su hijo, pero estoy segura de que se preocuparon bastante cuando vieron que el accidente se había hecho público. Y es que, quien con leche se quema... Total, tienen bastaste experiencia esos padres y saben que, en el debate publico, las calumnias e insultos abundan. No, los medios no debieron haber expuesto al chico a ese riesgo; como a ningún otro hijo de personajes públicos... si bien a algunos les fascina aparecer en la primera plana de los medios dedicados a la farándula.

Pero, en fin, mismo eso podríamos decir que “nota es nota”, y que afortunadamente el niño ya se recupera, después de haber sido atendido en un hospital de excelencia, Médica Sur.

Lo que no tiene madre

Sin embargo, usar a un menor de edad para cuestionar si su padre está realmente comprometido con la austeridad que predica, deja mal parado a Reforma por varias cuestiones. Aquí algunas:

-Hasta este momento, Andrés Manuel y su familia tratan sus padecimientos financiándolos como cualquier empleado que percibe un salario.

-Probablemente, la familia López Obrador, como familia de clase media en México que es, paga su seguro de Gastos Médicos Mayores de sus ingresos.

-Anticipando objeciones, tengo que decir que, en mi opinión —y creo estar bien informada— Andrés Manuel es un tipo austero pero no es alguien sin recursos. Es un hombre modesto de clase media, que recibe ingresos en este momento, como también los recibe su mujer, por distintas actividades. Otra cosa es que nos guste o no, que sea ella la que entregue los recibos de honorarios por él para cobrar regalías por sus libros. Pero mismo eso, ¡no seamos hipócritas!, mucha gente lo hace en el mundo editorial mexicano.

-Si lo que quería Reforma, y creo lo está logrando, era preguntarle a AMLO si va a usar los servicios del ISSSTE a partir de rendir protesta, está bien. Es bastante fifí el asunto, pero se Vale.... aunque la verdad es que podrían haberle preguntado directamente sin usar la hospitalización de su hijo cono excusa.

No hay prensa neutra

Reforma es un periódico líder que representa cierto pensamiento liberal (neoliberal) de forma critica. Desgraciadamente ha enfrentado de forma equivocada/errada el pensamiento de izquierda. 

Cuando AMLO habla de prensa fifí dice que es reflejo de un viejo conflicto entre liberales y conservadores, si bien yo diría que el pensamiento que AMLO diría es conservador en Reforma, para mí es liberal...

Confusiones conceptuales al margen, es una realidad que para la derecha mexicana que tiene en Reforma uno de sus buques insignia, los políticos de izquierda no tienen por qué ir a restaurantes elegantes, mandar a sus hijos a escuelas privadas o atenderse en hospitales, también privados, de vanguardia, aunque ellos los paguen de sus bolsillos.

En el comentario de Reforma sobre el accidente del niño López Gutiérrez, subyace la falsa idea de que el defensor de las causas sociales tiene que vivir como pobre y miserablemente. Eso es un error no solo conceptual, sino también de aplicación.

Un catre y una hamaca

Una cosa es que AMLO diga que a él le bastan un catre y una hamaca, y otra muy distinta que no utilice sus recursos para darle a su hijo la atención de más calidad que pueda costear.

Como usualmente vive sin lujos, en general a la familia López Obrador/ Gutiérrez Müller le alcanza para cubrir emergencias o hacer gastos para costear servicios que no son baratos. Ojalá ni Reforma ni ningún otro medio vayan a empezar a espiar a los hijos de funcionarios de Morena para cuestionarlos si se dan pequeños lujos con su dinero o no. El problema, no olvidemos, es la existencia de corrupción, no un estilo de vida u otro.