“El mejor engaño es aquel que aparenta ofrecer opciones al otro: las victimas sienten que controlan la situación, sin embargo todas las opciones beneficiarán al que diseñó el juego, pues solo está dejando que los demás jueguen con las cartas que él mismo reparte”.

Basados en los últimos acontecimientos políticos del país, podemos deducir que el presidente Enrique Peña Nieto ha fingido candidez para atrapar a los cándidos, este truco consiste en hacer sentir a tus rivales más sagaces e inteligentes que tú, fingiendo inexperiencia o torpeza de forma selectiva, así podrás moverte con mayor libertad. ¿Por qué me atrevo a comentar esto? Pues hay un conjunto de premisas que nos pueden arrojar reflexiones bastante interesantes y no todas nos llevan por el rumbo precisamente de la lógica. Pensar por ejemplo que estando a un año de la elección del Edo. De México, donde el PRI necesitaría forzosamente en su dirigencia a un zoon politikón como lo definió Aristóteles, un animal político, un dirigente curtido en el arte de la operación política, podríamos decirlo: un Manlio Fabio Beltrones –por ejemplo-, que si bien no obtuvo los mejores resultados en la pasada elección, aun siendo todo un experimentado en el campo político, en la labor partidista y un fenómeno de los amarres. Además de la elección del Edo. De México que es clave para el revolucionario institucional, se viene la presidencia de la república, elección complicada en la que por el momento el PRI llegaría dividido, teniendo en contra gran hartazgo de la población por el buen manejo de comunicación de los detractores del presidente Enrique Peña, hay que decirlo: siendo así de complicado el panorama electoral, deciden perfilar a Enrique Ochoa Reza, la perfecta antítesis de Manlio Fabio Beltrones.

 Enrique Ochoa abogado egresado de la UNAM y licenciado en economía por el ITAM, del grupo tecnócrata de Luis Videgaray, con grandísimas virtudes como intelectual y gran artífice de la reforma energética y de la educativa, pero no con escasa experiencia partidista y electoral, sino nula.

Mi padre me ha repetido toda mi vida una frase: “Si camina como pato, hace como pato y se ve como pato, no es ganso es pato”, pues es verdad a veces nos dejamos ir por el deber ser que nuestra conciencia nos plasma a primera instancia y no queremos ver las cosas como las apariencias nos orientan que son. Me refiero a que vamos pensándolo bien, se ha dicho que todas las estrategias de Peña Nieto han sido errores que le han costado al PRI, pero ¿qué pensaría usted si muchos de esos acontecimientos negativos no son errores? Me refiero a qué considerable se ha dicho la frase: “hasta parecería que quieren perder la presidencia haciendo esas cosas”, pues si el equipo de Peña ha actuado como si quisieran perder la presidencia en 2018, ¿por qué descartar la posibilidad de que así sea?

Enrique Ochoa viene apareciendo como el primer destape como lo menciona en su columna Héctor Aguilar Camín, quien aclara que su análisis se dio en un ataque de política ficción, de igual forma entendemos ahora un poco mejor lo que decía en su columna del periodista Ciro Gómez Leyva, que nos relata un encuentro con el presidente donde Peña le pregunta a Ciro si ha leído la trilogía El Africano de Santiago Posteguillo, donde se menciona que Publio Cornelio Escipión, un joven político y general Romano venció a Aníbal, Ciro considera que el sentido de la pregunta es sobre la forma en que se podría derrotar a AMLO en 2018, pero habremos que ponernos aún más reflexivos y analizar quién será el Publio Cornelio de EPN. Podría ser el mismo Enrique Ochoa, relativamente joven e inexperto poniéndose a prueba en la dirigencia nacional del partido y usando como ensayo la elección en el Edo. de México, algo arriesgada la estrategia siendo así, pero ¿quién sería entonces el Aníbal a vencer? ¿Será AMLO o será un contrincante interno como Manlio?  Además de que Enrique Peña dijo que un candidato se puede dar a conocer en una campaña, sin ser previamente el más popular de la contienda.

La realidad es que hay muchas interpretaciones sobre estos mensajes subversivos de la política al viejo estilo priista, pero lo que es mucho más fácil analizar son las acciones y hay que decirlo “quien no conoce su historia está condenado a repetirla”.

 Enrique Ochoa es un tecnócrata de gran nivel intelectual, pero hay que recordar que pasó en el PRI cuando los tecnócratas comenzaron a relevar políticos, podemos acordarnos de Zedillo, o podemos también acordarnos del 2006 donde se impulsó al PAN por el riesgo de que llegara a la presidencia AMLO ¿a poco las cosas ahora no pintan así?  Enrique Ochoa es la carta que Peña reparte, no es un As ni un rey, es un comodín y de esa forma el presidente podrá acoplarlo a sus intenciones, está creando un presidenciable cual buen sastre hace un fino traje: a la medida de sus necesidades.

Con este conjunto de acontecimientos ¿realmente querrán ganar la elección en 2018?

Es solo mi sentir.