La representación es el acto mediante el cual un representante (sea gobernante o legislador) actúa en nombre de un representado para la satisfacción de sus intereses. 

Así se define la palabra Representación política sobre quiénes son las personas que ocupan un puesto de elección popular para la toma de decisiones, puesto por el cual cobran  y bien un salario que obviamente proviene de los bolsillos de la ciudadanía que paga impuestos. En un ejercicio de repaso con algunos conocidos sobre quiénes son los integrantes de los once cabildos municipales, iniciando por la capital del Estado y así sucesivamente por orden de importancia política o económica, el resultado fue reprobatorio. 

Así sucesivamente  repetí la dinámica con algunos ciudadanos a mi paso, incluso por partido político para tener mejor referencia, seguí con secretarios de gabinete y diputados para hacer más accesible el cuestionario. 

Los ciudadanos quintanarroenses no conocen el nombre de las personas que forman parte de su gobierno, el puesto que desempeñan y exactamente a que se dedican, confusión de cargos y apellidos traduce que los nuestros representante poco o nada hacen por tener presencia entre los ciudadanos o estos tienen un enorme desinterés en conocerlos. 

Ambas situaciones son graves ya que en las dos posiciones mucho se exige y poco se aporta, no hay empatía, muchos desde que hicieron su campaña jamás se les volvió a ver en la calle recorriendo sus distritos y atendiendo a la gente, para lo cual por cierto tienen recursos los cuales sepa Dios a dónde van a parar.

A los políticos no les interesan después de ocupar el cargo conocer quiénes son sus representados, el objetivo ya lo lograron cuando fingieron una relación estrecha del voto, ya si ocupan otra campaña y así pues retornan nuevamente a prometer y seducir para olvidar y abandonar.

Y a su vez a la gente no le interesa quién esté gobernando, no le interesan los colores, lo que quieren son resultados, los cuales en algunos casos son una quimera ya que colores, siglas y personajes van y vienen sin embargo los hechos brillan por su ausencia. EN EL OJO DEL HURACÁN

Quintana Roo posee tres destinos con la importante denominación de Pueblos Mágicos, posición de fortaleza económica y de promoción turística en beneficio de Isla Mujeres, Bacalar y Tulum, lo cual debe ser bien aprovechado y detonado para el bienestar de la gente que ahí habita y vive del Turismo. 

Ante los retos y requisitos que establece la secretaria federal de turismo para mantener la denominación, este jueves se llevó a cabo una fructuosa reunión entre los integrantes de Pueblos Mágicos en el Estado para brindar capacitación a trabajadores de la iniciativa privada. 

Tulum es uno de los municipios más interesados en mantener la marca  por lo que se ha hecho un mapa de puntos de interés, localización de empresas de servicios y directorio de establecimientos. 

Esto con el objetivo de enriquecer las ofertas de promoción y atención a los visitantes, acciones emprendidas por el Presidente de Pueblos Mágicos Juan José González Calderón en coordinación con la autoridad municipal.

El connotado empresario de Tulum, ha estado muy interesado en aportar por el noveno municipio un legado a través de pueblos mágicos, sumando voluntades y detonando al pueblo mágico que preside, en donde seguramente los resultados serán palpables, sumando esfuerzos en sinergia con voluntades.

 LO QUE LAS COPETUDAS CUENTAN

Con tristeza nos enteramos de constantes agresiones a compañeros de los medios de difusión en algunos casos estas han cobrado la vida de quienes vivimos de ese oficio de ser reporteros.

En nuestro Quintana Roo, la violencia hacia las y los comunicadores por fortuna hasta el momento no ha cobrado vidas, pero eso no quita haya un acoso, y violencia en contra de algunos compañeros.

En días pasados nos enteramos que en Cozumel, la isla que tiene secuestrada Perla Tun, dos compañeros de conocidos medios sufrieron una agresión de parte de un velador que “cuida” un edificio gubernamental en la isla, agrediendo e intimidando a los compañeros que solo hacían su trabajo.

Situación condenable, sin embargo para estas agresiones y ataques a los medios de difusión de parte de cualquier ciudadano en este caso de un empleado externo de una dependencia, se debe en mucho al acoso, tirria y odio que en cada aparición de Perla Tun demuestra a las y los reporteros.

Si de quien supuestamente gobierna Cozumel solo hay un discurso e incitación a la violencia contra las y los comunicadores qué se puede uno esperar de gente sin preparación que solo se deja influenciar por el odio de quienes nos representan, que no ataquen y en una de esas lleguen a cosas mayores dijera la Tía Jovita “ Cuando la cabeza está dañada con odio hasta las uñas se pudren”.