El pasado 1 de marzo, el gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez presentó su sexto y último Informe de Gobierno. Ante el violento panorama que vive actualmente la entidad, el mandatario sabe que no puede rehuir a los cuestionamientos, por ello intentó, destacar lo mejor de las acciones realizadas.
Y es que no es que no estén haciendo nada, simplemente que están dando resultados.
Por ejemplo, habló sobre el incremento del número de policías, en 2012 había mil 200 policías estatales, y hoy en día hay 2 mil 800, con miras a convertirse en 3 mil 600 al finalizar el sexenio.
Pero eso no ha significado nada, ya que la violencia está en constante aumento, cada fin de semana la noticia es la misma, varias y diversas muertes violentas, casi todas en el corredor León – Irapuato –Salamanca. En enero pasado, la entidad se ubicó en el lugar número 8 a nivel nacional en las estadísticas de homicidio doloso.
Más que presentar resultados, Miguel Márquez debió señalar de manera puntual las carencias, la falta de resultados y la estrategia que va a seguir para el cierre de su administración.
La inseguridad se sigue incrementando, los asesinatos van creciendo, cerramos varios fines de semana al hilo, con números exorbitante de homicidios. Y ahora la problemática no solo es en los municipios pegados a estados problemáticos, ya no hay ningún municipio que se escape ante la ola de violencia y delincuencia que se ha estado presentando.
Un claro de ejemplo de lo anterior, es lo que sucedió en la tierra del gobernador Miguel Márquez, en Purísima del Rincón, en donde hace unos días, un comando armado de al menos 20 personas atacó un palenque bar, como resultado del violento suceso murieron 8 personas, entre ellas, el padre del alcalde de San Francisco del Rincón.
Otro hallazgo de la lacerante violencia que impera en la región, es el que se dio apenas este domingo, se trata de una camioneta con cinco cadáveres en su interior fue encontrada esta mañana sobre la carretera estatal La Herradura, cerca de la localidad de El Sauz de Villaseñor, en el municipio de Pénjamo.
La violencia tiene una razón principal: la disputa de los cárteles por la plaza del combustible ilegal.
El Gobernador tiene que conducirse en la delgada línea de no aparentar con sus posicionamientos que desde lo local ya todo está hecho, al mismo tiempo que debe de ser enérgico y persistente en la exigencia con el resto de las autoridades que tienen mucho que ver con el problema y con la solución, como son la PGR, la Policía Federal, la Unidad de Inteligencia de Hacienda y especialmente Pemex.