Querétaro un estado gobernado por el PRI prácticamente modelo, donde el clima de paz y tranquilidad ha sido cacaraqueado a nivel nacional, lo cual podemos considerar cierto si lo comparamos con otros, pero de eso a que no pase nada, hay gran diferencia.
Un gobierno que se considera como de los mejores del país, con un gobernante ejemplar, "el mejor gobernador del país" según revistas internacionales, nacionales, etc.
Crecimiento económico por encima de la media nacional, condiciones para el desarrollo y progreso.
Armonía entre las distintas fuerzas políticas.
Un Congreso productivo. Todo cierto y todo suma.
Pero ese panorama no parece coincidir con la derrota electoral de este 7 de junio, prácticamente "carro completo" se lleva Acción Nacional. Algo no cuadra en este resultado.
Haciendo un recuento, quizá podamos llegar a alguna conclusión.
Un gobierno representado por José Eduardo Calzada Rovirosa y Sandra Albarrán de Calzada, aunque en las urnas la población solo haya elegido al primero, se caracterizó por la presencia de la primera dama en todos los actos oficiales, aunque no fueran de su área o incumbencia, invocando a la pareja presidencial. Un sinnúmero de veces escuchamos lo que eso disgustaba a la ciudadanía.
Un medio de comunicación que se encargó en complicidad con el área de comunicación y de gobierno de manipular y maquillar la información, escondiendo lo que realmente pasaba y que nunca fue ignorado por la sociedad, como la guerra sucia que desde ese lugar se inició en contra de los diputados locales de Acción Nacional y del ahora presidente electo del municipio de Querétaro, Marcos Aguilar Vega.
El gabinete del gobernador, integrado en su mayoría por gente sin oficio político ni experiencia, salvo alguna que otra excepción por ahí perdida. Los "PPBoys", como se encargó la ciudadanía de bautizarlos, un verdadero fracaso, jóvenes interesados más en la fiesta, el poder económico fácil y su desarrollo estrictamente personal, con una indiferencia y frivolidad por su compromiso al cargo.
Seguido por los tres cambios sufridos en un solo sexenio en la Secretaría de Gobierno, inicia Jorge García Quiroz, seguido por Roberto Loyola Vera y rematando con el tecnócrata Jorge López Portillo Tostado, este último con un desempeño que deja mucho qué desear, recordaremos su ya famosa expresión "Madreen al Putarraco" entre otras muchas cosas. Aunado a ello, el cambio hasta en cinco ocasiones del Presidente del PRI en el estado, lo cual refleja ingobernabilidad y falta de visión en el proyecto político.
Sumado a lo anterior, la intromisión del gobernador en la designación de candidatos a diputados federales, con gente sin experiencia, salvo el candidato por el primer distrito, así como en los principales ayuntamientos de la entidad, en clara violación a la reglas no escritas de la política de que esas decisiones le correspondían al candidato a gobernador y no al gobernador en funciones.
Otro factor determinante en la debacle Priísta, RedQ el sistema de transporte urbano, que no fue más que un negocio redondo para el gobierno estatal en detrimento de los concesionarios, operadores y usuarios que se vieron gravemente afectados y burlados en el paraíso que se les prometió, resultando todo lo contrario, un infierno.
Y si eso no fuera suficiente, recordemos el torpe manejo que se le dio a la ubicación de la terminal del fallido proyecto del Tren Ligero, situación que polarizó a los habitantes de colonias medias residenciales en contra de lo que consideraron un imposición del gobierno por falta de planeación adecuada y que lesionaba su patrimonio, siendo esto capitalizado por legisladores del partido Acción Nacional.
Lo anterior nos lleva a la conclusión y queda demostrado que por segunda ocasión la ciudadanía es la que manda, llevó a José Calzada a la gubernatura y hoy le retira la confianza. Pierde esta elección José Eduardo Calzada Rovirosa llevándose entre las patas por sus excesos y errores políticos a Roberto Loyola Vera.
Finalmente, el resultado... ¡Resta!
Laura Tamés V.
@LauraTames