La carrera por dirigir al PRD presenta algo nunca antes visto en la izquierda mexicana: una serie de debates donde de manera plural y abierta, los contendientes presentan sus planteamientos, defienden sus propuestas y puntualizan los méritos que les acredita para ocupar el cargo de presidente de partido.
Quizá el candidato que más ha puesto énfasis en la meritocracia, la trayectoria partidista y las cualidades personales, es el senador por Guerrero Armando Ríos Piter. Irónicamente, es también el contendiente más cuestionado por sus demás compañeros de partido, al haber abandonado la carrera por la gubernatura a Guerrero. De forma reciente, en el debate de Grupo Fóruma, Agustín Basave respondía a los ataques de Ríos Piter, quien cuestionaba su reciente afiliación al partido, con el siguiente argumento:
?La militancia y el mérito no sólo es la antigüedad, es estar ahí cuando el partido te necesita: a ti el partido te necesitó dos veces en Guerrero, y ninguna de las dos veces estuviste, te rajaste a ser gobernador y no apoyaste a Beatriz como abanderada del partido?[1]
Ante dichos cuestionamientos, el Jaguar ha reiterado que no quiso competir [ni apoyar a Beatriz Mojica] por las redes de corrupción involucradas en la definición de la candidatura, pues según él, para llegar a ser gobernador de su estado era necesario establecer un pacto de impunidad con el ex gobernador. Desde entonces, ha defendido su postura como una muestra intachable de ética y congruencia, ¿pues qué candidato, siendo puntero en las encuestas, estaría dispuesto a rechazar una candidatura por cuestiones ?meramente éticas??
Claramente, no faltan las voces críticas que declaran que la acción de Ríos Piter obedeció más a un cálculo político, que a una consideración ética. Al suponer que la elección de Guerrero estaba prácticamente perdida por la vinculación del PRD al caso Ayotzinapa, el Jaguar habría preferido guardarse, conservar su influencia en Guerrero sin exponerse a una eventual derrota; al tiempo que exploraba otras rutas políticas, como su posible candidatura a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal en 2018.
Sin embargo, los resultados en Guerrero sorprendieron a propios y extraños. Aunque no se ganó la gubernatura, Guerrero fue el estado donde el PRD obtuvo su mayor número de votos, lográndose mantener como la segunda fuerza política del estado, por encima de MORENA y Movimiento Ciudadano. Beatriz Mojica fue una mujer que desde el primer momento peleó la candidatura, aun frente a la renuencia de diferentes actores del partido. Sorpresivamente logró en poco tiempo una coalición ciudadana lo suficientemente amplia y competitiva, para hacer frente a las sumas exorbitantes de dinero -de inexplicables fuentes? que gastó el candidato del PRI, Héctor Astudillo, durante la campaña.
Quizá Beatriz hubiera ganado con el respaldo de Ríos Piter, quizá Ríos Piter hubiera ganado de ser él el candidato, lo cierto es que el Jaguar se rajó, y como argumenta Octavio Paz en el Laberinto de la soledad, el rajarse en la sociedad mexicana es la actitud más censurada de nuestra cultura, pues ?el rajado es de poco fiar, un traidor o un hombre de dudosa fidelidad, que cuenta lossecretos y es incapaz de afrontar los peligros como se debe?.
[1]http://www.radioformula.com.mx/reproductor.asp