Vamos a hablar un poco de arte. En esta ocasión lo haré de una obra de teatro, Óskar y Jack, basada en un hecho real documentado de dos gemelos idénticos que fueron separados al nacer y se reunieron cuarenta años después.
El autor, Andrés Roemer, realizó una ardua investigación sobre este suceso, plasmado en diversas publicaciones de la época que dedicaron numerosas páginas al hecho.
Los gemelos contaban con una peculiaridad: uno era judío y otro nazi, pero obviamente ninguno sabía nada del otro.
La causa de su separación son sus padres: la madre se queda con Óskar y viaja a Alemania en tiempos de Hitler, pasando a formar parte de las juventudes hitlerianas.
Por su parte Jack convive con su padre y con el tiempo se va a vivir a Israel, adoptando la religión y costumbres de ese país.
Para la elaboración del guión, el Dr. Roemer Slomianski entrevistó a uno de los involucrados, Jack, haciendo que la obra adquiera matices de realidad al tener este testimonio.
Para la ciencia, aun en nuestra época, los partos múltiples, en este caso, gemelos, sigue siendo objeto de investigación.
Se han hecho numerosos estudios científicos con gemelos con diferentes conclusiones. Por ejemplo, el equipo de Bouchard, director de un novedoso experimento, recolectó y analizó sesenta pares de gemelos idénticos, que tuvieran como característica haber sido criados en ambientes separados. El objetivo, descifrar qué tanto influye la genética en el comportamiento de los seres humanos.
Partiendo de esto obras como la de Roemer crean un espacio propicio para explorar la condición humana.
Una obra, sin duda, muy recomendable y pese a que en estos momentos no se encuentra en cartelera en nuestro país, vale la pena darle una buena lectura y de ser posible, “pescarla” cuando se ponga en escena.