En un audio que circula en redes sociales, Emiliano Salinas Occelli reclama al empresario Antonio Zarattini Aceves el haber participado en actos de extorsión contra las empresas ESP México y NXIVM; lo anterior luego de que se revelara la existencia de un grupo de mujeres presuntamente sometidas por el fundador de la organización, Keith Raniere. “Tenemos una averiguación previa abierta contra un grupo de personas que llevan intentando extorsionando mucho tiempo. Y cuando digo extorsionar, me refiero específicamente a que tengo cartas dirigidas a mí, a mí y a otras personas, en donde dicen, si no me dan equis cantidad de dinero, voy a destruir su empresa, voy a destruir su reputación y voy a destruir sus relaciones. Eso es extorsión, clara y llana”, se escucha en el audio.
El mencionado material revela una llamada telefónica realizada en septiembre de 2017 entre el hijo del expresidente Carlos Salinas de Gortari y el propio empresario guanajuatense, al parecer unos días después de que ambos personajes se enteraran de los sucesos por los que hoy Raniere enfrenta un proceso legal en los Estados Unidos.
En la conversación, de más de dos horas, Salinas Occelli informa a su interlocutor que cuenta con información que lo vincula con un grupo de ciudadanos estadounidenses que se han dedicado a extorsionar a la compañía, a la par de que informa sobre la existencia de denuncias relacionadas con el caso.
Salinas narra igualmente los momentos en que escuchó las primeras versiones sobre la existencia del grupo de mujeres denominado Dominus Obsequious Sororium (DOS) y de las prácticas sexuales de Raniere; esto apenas unas semanas antes de la llamada y cuando se encontraba con su esposa Ludwika Paleta en San Diego, Estados Unidos, para el nacimiento de sus hijos.
“Te voy a decir cómo me enteré yo. Porque, prácticamente me enteré de todo esto cuando estaban naciendo mis hijos. Bueno, yo no fui al coach Summit porque estaban naciendo mis hijos y a control remoto me enteré de todas estas cosas” comenta en la llamada.
El ex director de ESP comenta también que cuestionó a varios de sus colaboradores y a directivos de la empresa NXIVM sobre la veracidad de los rumores; entre los personajes a los que acudió se encontraba Lauren Salzman, la hija de la presidenta del Consejo de Administración de NXIVM, Nancy Salzman, quien le aseguró que las mujeres que participaron en ese grupo lo hicieron por voluntad propia y que Keith Raniere no tenía vínculo alguno con el mismo.
A fin de resolver las dudas sobre el grupo de mujeres y sobre una supuesta rebelión que se percibía de colaboradores de ESP y NXIVM, Salinas Occelli acudió también a la responsable de esta compañía en Canadá, Sarah Edmondson, la misma que unas semanas después denunció en un reportaje en The New York Times los supuestos delitos de Raniere; pero que en conversación con Salinas se limitó a responder que no podía comentar nada y que estaba muy nerviosa con la situación.
Menciona igualmente que, en cierta ocasión, tuvo también conocimiento de los documentos conocidos como colateral, en los que, según le explicaron, las integrantes del grupo DOS colocaban una confesión que, de no alcanzar los objetivos que se le establecían en ese grupo, saldría a la luz para desprestigiar y afectar la honorabilidad de la involucrada y de sus familiares.
Los interlocutores comentan sobre un caso en el que una mujer, presumiblemente integrante del grupo DOS, confesaba en un correo electrónico su presunta participación en una red de prostitución infantil y que, aunque tuvieron la intención de denunciar estos hechos ante las autoridades, la autora del texto aseguró que las confesiones eran falsas.
Luego de la detención en Puerto Vallarta, Jalisco, del líder de NXIVM, Keith Raniere, y tras la revelación de sus prácticas de tipo sexual por parte de las autoridades estadounidenses, Emiliano Salinas Occelli decidió renunciar, en abril pasado, a la dirección general de ESP, así como eliminar cualquier relación o vínculo con el corporativo NXIVM.