Ayer, como cada primer lunes de octubre, se conmemoró el Día Mundial del Hábitat, efeméride instaurada en 1985 por la ONU, para fortalecer el mandato de su filial ONU Habitat, de promover políticas de desarrollo urbano sostenible que garanticen asentamientos humanos adecuados y que no dejen a nadie ni a ningún lugar atrás.

Fue buena noticia saber que gracias a las buenas gestiones de Martha Delgado, subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones, la Ciudad de México, fue elegida por la ONU para ser sede de la ceremonia que habría de conmemorar este día a nivel mundial.

Fue mala noticia que la conmemoración encontrara una ciudad sitiada por los taxistas y que desde unos días antes la jefa de gobierno de la entidad, Claudia Sheinbaum, hubiera decidido no asistir a un evento que contaría con la presencia de autoridades nacionales y de varios lugares del mundo, así como de la directora ejecutiva de ONU Habitat, Maimunah Mohd Sharif.

Fue una pérdida de oportunidad que, aunado a lo que ha pasado este año en la capital del país, que congeló el desarrollo inmobiliario y pospuso la actualización de sus instrumentos de planeación urbana, lleva a pensar que para este gobierno el desarrollo urbano no está entre las prioridades.

En el evento, Román Meyer Falcón, titular de la Sedatu (Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano), habló de la necesidad de que el Estado recupere la rectoría de los temas relacionados con planeación urbana y vivienda y señaló que estamos ante la oportunidad de pensar en un cambio en la forma en que se han hecho las cosas, para mejorar la calidad de vida de millones de mexicanos, colocando la vivienda como eje central.

Lo dicho por el titular de Sedatu va alineado con los planteamientos de ONU Habitat, cuya titular, habló de la urgencia de planear el futuro sobre la base de regiones y ciudades más fuertes y pensadas para multiplicar las oportunidades de desarrollo de quienes las habitan.

El hecho es que la visión urbana se ha convertido en un objetivo mundial, que puede y debe aplicarse a partir del principio de “pensar global y actuar local”, determinando los retos de cada zona urbana, para tomar acciones que incorporen la experiencia internacional.

Y no hay mejor forma de celebrar el Día Mundial del Hábitat, que con acciones específicas, lo que implica reconocer dos de ellas realizadas apenas al día siguiente de la conmemoración.

La primera, fue que el Secretario Meyer reinstalara el Consejo Nacional de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, instancia que debiera servir para acelerar la definición de una Política Nacional, pero, sobre todo, tender los puentes que permitan que la esencia de la misma sea replicada en los estados y, sobre todo, en los municipios y zonas metropolitanas.

La segunda, que el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, diera el banderazo de salida al proceso que deberá dar como resultado un muy necesario programa de desarrollo urbano para la entidad

Y es que el objetivo debe ser elevar calidades de vida ante un contexto en que sobre la base de indicadores de la misma ONU, México ocupa el lugar 74 en el índice de Desarrollo Urbano, por debajo, incluso, de países como Irán.

Hizo bien Martha Delgado al reconocer que la urbanización debe ser vista no como un enemigo, sino como un aliado en el proceso de provocar desarrollo integralmente sostenible, lo que hace evidente reconocer también la importancia de sumar a la iniciativa privada a este proceso.

Buena noticia saber que el gobierno federal avanza en el proceso de modelar una sólida política pública de alcance nacional para ordenamiento territorial, desarrollo urbano y vivienda.

Cabe esperar que se avance también en el complejo proceso de coordinación institucional que haga posible que esta visión integral venga en sintonía con políticas y regulaciones en los ámbitos metropolitano y municipal.

Y aunque los retos son enormes, no sobra tomar un espacio para llevarlos a su mínima expresión y, tomando como ejemplo el eje temático de la conmemoración de este año; el tratamiento de residuos sólidos, reconocer que todo se reduce a una Política basada en 5Rs (Cinco erres):

Reutilizar más,

Reducir nuestro consumo,

Repensar más, para ver los residuos como un recurso y no como un desecho,

Reciclar lo más posible, y, quizá lo que debiera ser más evidente,

Rechazar lo que contamina.

No se necesita más... 5Rs para entender acciones que aplican tanto en la esfera gubernamental, como en el terreno de las decisiones individuales, que mucho pueden sumar a la solución de un reto monumental.

5Rs...

¿Llegará el momento en que veamos así de simple un modelo que sea verdadera solución para las agendas relacionadas con estrategias de ordenamiento territorial, desarrollo urbano y vivienda, que tengan como eje a la gente?

Ojalá...

Horacio Urbano es presidente fundador de Centro Urbano, think tank especializado en temas inmobiliarios y urbanos

Correo electrónico: hurbano@centrourbano.com

Twitter: @horacio_urbano