Ya que está de moda la gasolina, vale la pena regresar casi diez años en el tiempo cinematográfico y noventa en el cronológico para  analizar una de las películas más completas (si no es que la más) sobre las primeras extracciones petroleras: Petróleo Sangriento.

Petróleo Sangriento (There Will Be Blood, 2007) es la historia de un ambicioso petrolero que llega a los medios más inescrupulosos e inmorales para triunfar. El personaje interpretado por Daniel Day-Lewis, Daniel Plainview, está totalmente dedicado al negocio, al grado de utilizar a un niño para tener una imagen de compañía familiar, y aceptar un bautismo en una religión en la que no cree.

La película fue dirigida y escrita por Paul Thomas Anderson. Su trabajo en la película no es crear una historia hollywoodense de un hombre de bien con una misión que cumplir, que crece para cuando concluye, sino que Anderson quiere mostrar diversos elementos que revelan al personaje, pero utilizando sólo cantidades mínimas de diálogo; quiere que las acciones cometidas permiten a la audiencia saber qué tipo de individuos son los personajes.

El petróleo es meramente el móvil de la película; es una historia sobre soberbia y codicia. Daniel Plainview representa el espíritu emprendedor capitalista americano, quien despiadadamente hace lo que haga falta por éxito.

Para sumergir al público en un mundo lleno de combustible crudo,

La producción se esmeró en realizar tomas detalladas sobre el proceso de extracción. El trabajo de cámara permite siempre a la audiencia saber dónde se está llevando a cabo el labor; y no se limita sólo a exteriores, también muestran los interiores de varios edificios, oficinas y hogares.

Muchas de las escenas se están compuestas de una sola toma, particularmente aquellas donde el diálogo es extensivo y busca crear continuidad, tales como la presentación que Plainview hace frente a un grupo de posibles vendedores de terreno, el sermón que un predicador hace en una iglesia, y el primer encuentro entre Plainview y un hombre que asegura ser su medio-hermano.

Se emplea un efectivo uso de luz natural a lo largo de toda la película, en especial cuando la escena se lleva a cabo en campo abierto, incluso de noche o al oscurecer. La vestimenta es acorde a su periodo histórico, también los vehículos y tecnología petrolera, desde las técnicas para que un sólo hombre escarbe, hasta una torre entera.

Para Plainview todo es un medio para llegar a un fin, el cual es hacer que el negocio fluya como un canal de petróleo; prioriza encargarse de una torre petrolera antes que el bienestar de su hijo adoptivo; también nos muestra su actitud competitiva y celosa; no le gusta perder y no desea que otros tengan existo, según sus propias palabras; al descubrir que es engañado por un impostor que finge ser su hermano, este lo mata con un tiro en la cabeza en un arranque de ira.

Después de recibir información de que existe petróleo bajo un rancho pobre, Plainview intenta comprar las tierras de la familia sin pagar por el líquido subterráneo, pero el hijo mayor de la familia, Eli, se interpone en la transacción, y así nace una enemistad entre ambos.

Las tomas más importantes en una secuencia tienen a ser breves y con mensajes inexplícitos. En un instante Eli está exorcizando al demonio del cuerpo de una anciana de su iglesia; justo cuando termina, se corta a una toma de la cara de Plainview en la misa sin mostrar el entusiasmo que el resto. En otra secuencia, Plainview se ve forzado a enviar a su hijo adoptivo, H.W. a una escuela para personas sordas, pero no le hace saber sus planes hasta que lo abandona en el tren, y Plainview se va del lugar sin voltear a ver a H.W. luchar por bajar del vagón.

Eli Sunday, interpretado por Paul Dano, es el antagonista de la historia; su personaje representa la población marginada de ese tiempo que recurre a la superstición y las creencias populares para cambiar sus circunstancias antes que trabajar. Al final, él también hace lo que sea necesario por tener lo que quiere, al decirle a Daniel que es un profeta falso y que Dios es una superstición a cambio de recibir dinero.

H.W. Plainview es un personaje secundario. Es interpretado por Dillon Freaser siendo niño y por Russell Harvard como adulto. Al principio de la película, cuando él es un bebé, su propósito es mostrar un lado más benévolo y compasivo de Daniel, evidenciado en una toma donde lo sujeta y le sonríe mientras el infante le toca la cara. Cuando crece, su propósito en la industria de su padre se vuelve claro para la audiencia; sin embargo, al perder la capacidad de escuchar en un accidente, su padre no es capaz de encargarse más por él y lo manda lejos. Una vez que es adulto, él representa la nueva generación de futuros empresarios, la que crece conociendo el negocio y es capaz de adaptarse a los cambios y demandas en el mercado, simbolizado en su lenguaje de señas, el cual su padre no conoce.

La música toma un rol interesante: en vez de utilizarse para crear una sensación en la audiencia, como miedo o tranquilidad, se utiliza para crear una conexión entre los momentos donde la sangre o el petróleo tomara un papel importante, incluso si el petróleo está bajo tierra. Un sonido estridente toma lugar cuando un hombre muere en el pozo, también cuando ocurren accidentes o alguien sale herido; incluso cuando se muestra un tren con la competencia de Plainview llegando al lugar de extracción. El maquillaje utilizado busca crear la impresión de que los personajes están en lugares donde el Sol es intenso y deben trabajar varias horas expuestos a él, con las pieles quemadas y las caras cubiertas de sudor.

El reto de este largometraje yace en que no se dice nada sobre los personajes, sólo se muestra. Los personajes hablan tan poco sobre sus sentimientos y pensamientos que resultan extraños los momentos en lo que sí lo hacen. Sin embargo, tales momentos son capaces de revelar solo una porción mínima de la psicología de los personajes; para poder tener una comprensión mejor de ellos se tiene que ver sus cometidos la historia. Se sabe que Plainview está obsesionado por el petróleo no porque alguien lo diga, sino porque eso es todo lo que hace. Se puede ver que Eli tiene soberbia no porque él lo admitió, sino porque él quería ser presentado enfrente de espectadores antes de dar una bendición. Plainview se muestra en el piso varias veces, con gente teniendo dificultad para despertarlo, dando a entender que tiene abusos con el alcohol.

La película toma lugar en los Estados Unidos a principios del siglo XX. Durante esa época las condiciones de trabajo eran duras y los trabajadores debían tomar decisiones difíciles y peligrosas para poder sobrevivir; Anderson hace un excelente homenaje de esto al principio de la película: Plainview se rompe una pierna escarbando y se ve forzado a arrastrarse a través de un desierto hasta un puesto donde está contento de recibir 350 dólares por su hallazgo.

H.W. desea establecer su propia compañía en México, donde la industria del combustible llamó la atención internacional, dándole lógica a su decisión; tan sólo diez años después se llevaría a cabo la expropiación petrolera en dicho país.

No cabe ninguna duda en la extraordinaria calidad en la producción de la película. La película no sólo tiene gran valor analítico, sino que también tuvo éxito comercial: su presupuesto fue de 25 millones de dólares y recaudó hasta 72 millones. Como fuente de entretenimiento, la película podría ser demasiado sofisticada para los fanáticos de la acción y las tramas a las que están acostumbrados los estudios, pero para la audiencia que busca historias diferentes con personajes complejos, filmaciones que son capaces de capturar el estilo de vida rústico y mentalidad de una época pasada, esta es la película ideal.