A pesar de la tormenta, Andrés Manuel dice estar satisfecho de lo alcanzado al año y medio de estar en el poder.: “Cumplimos año y medio de gobierno, llevamos 18 meses gobernando la República y me siento satisfecho con lo alcanzado, a pesar de la adversidad sigue avanzando la transformación de nuestro país”. Estar “satisfecho” sugiere tener satisfacción por una acción o comportamiento bien realizado. ¿Cuáles son esas “acciones” de las cuales se siente satisfecho López Obrador? Aquí un pequeño recuento de algunas causas por las cuales no hay razón para estar satisfecho.

2,400 feminicidios en 19 meses. De los cuales 1,006 fueron en 2019, un 10% más que en el 2018. Mientras lo que va del 2020, van más de 1,300 (manteniendo el promedio a 10 asesinadas por día, aunque en abril supero el promedio de 11 por día). Eso sí, Andrés Manuel presume que “el 90% de las llamadas de auxilio por violencia familiar son falsas”. ¿Estará satisfecho de desestimar tantos asesinatos?

En el 2019, 35,588 personas murieron a manos del crimen. Lo cual lo vuelve el año más violento desde que se llevan registros. Lo que va del 2020 aun con cuarentena suman 11,535 (enero-abril), y eso que faltan la mortal cifra correspondiente a mayo. Todas estas cifras las da el mismo gobierno federal, aunque López Obrador tenga “otros datos”.

Otra razón para estar satisfecho es que el PIB en el 2019 no creció, de hecho, cayó una décima de punto. La peor cifra en los últimos 10 años. Con la diferencia que el 2019 no fue un año de crisis o problemas económicos. Mientras nuestra economía se desplomaba, el resto del mundo crecía.

Pero eso es lo de menos, uno inventa nuevas cifras, mide la bondad del alma, la felicidad (y no como la miden en Brunei) y no importa que no se crezca.

Seguro no hay relación entre dicha caída con la desaparición de 382,210 puestos de trabajo en el 2019. Lo cual se traduce en igual número de familias emproblemadas.

En este año y medio, mantener fuera el avión presidencial que se va a rifar sin rifarlo, supera ya el millón de dólares. Solo por pago de uso de hangar a Boeing $60,000 USD mensuales, esto es un millón 48 mil dólares. ¡Dinero gastado sin ninguna necesidad! Además de que continúa el dispendio; no hay fecha para que el avión regrese.

Ostentar el deshonroso primer lugar como el país sin guerra más peligroso para ejercer el periodismo, como lo califica la organización Reporteros Sin Fronteras.

Otras causas de satisfacción andresiana:

Lograr que Pemex pierda 31 mil pesos cada segundo (durante este año y medio). Algo así como un millón 860 mil de pesos por minuto, 111,600,000 la hora; 2,678,400,000 cada día. Y sí, no estaba bien Pemex desde hace un buen rato, pero los errores se multiplicaron.

Gastar el 40% del fondo para desastres en un año que no hubo desastres.

Espantar la inversión extranjera por la cancelación del NAIM, de Constellation Brands; tergiversar los contratos de energías limpias y demostrar el nulo respeto al Estado de Derecho.

Militarizar el país, cuando prometió mandar los soldados a los cuarteles.

La salida de inversiones por más de 10,120 millones de dólares tan solo en febrero y marzo. Esta fuga es 3 veces mayor a la registrada en 2012.

Cerrar las estancias infantiles, so pretexto de que había corrupción y ni el 10% de las mismas tuvo observaciones ya sea por la secretaría del bienestar o por la ASF.

Hasta aquí son datos que solo corresponden al 2019 o bien antes de que el COVID impactara en nuestro país. Si estas cifras son para estar satisfecho o para decir que “íbamos muy bien”, López Obrador tiene un problema muy serio enfrentando la realidad.

Tampoco debería estar satisfecho de ahondar las diferencias entre mexicanos o permitir la corrupción o los conflictos de interés en miembros de su gabinete.

O de ser el sexenio en el que mayor porcentaje de compras directas sin ningún tipo de licitación se dan. El 90% de las compras gubernamentales son de este rubro, el cual se considera como el óptimo para realizar corruptelas.

Sin olvidar los resultados en salud (desabasto en medicinas) o la pérdida de posiciones (8) en el ranking de inversión extranjera directa.

Un país envuelto en violencia, con su población desprotegida, desempleada y con un problema de salud tremendo. El COVID solo agudizó una gestión pública desordenada y desaseada. Ante todo lo anterior solo cabe una pregunta: ¿Satisfecho?