El día de hoy el periodista Carlos Loret de Mola publicó en Twitter una serie de fotografías, donde mostraba a Rosario Robles Berlanga, la flamante Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu). Realizando compras en horas de trabajo, en una exclusiva y costosa tienda ubicada en el centro comercial Perisur.
Muchos lectores dirán y qué importancia tiene este hecho, la funcionaria cuenta con los recursos suficientes y disponer de su dinero como quiera y, darse cualquier tipo de lujo, por eso trabaja.
En México todos los altos funcionarios, como los Secretarios de Estado, gozan de muchos privilegios, altos salarios, compensaciones, seguros médicos particulares, vales de gasolina, gastos por dieta, etc., etc., y la pregunta es ¿quién los controla? Si se presentan o no a cumplir con sus responsabilidades que les fueron encomendadas, faltar o abandonar el trabajo en horas de oficina, solo lo puede hacer un alto funcionario público, como el caso de Rosario Robles Berlanga, la Secretaria tenía que aprovechar las grandes ofertas que seguramente tenía dicha tienda exclusiva. Y claro como toda mujer con altos recursos económicos con los que cuenta, por cobrar y vivir siempre del erario público, no pudo dejar pasar.
Ya ni un empresario se da este tipo de lujos, por obvias razones, cuida su patrimonio. ¿Y quién cuida el patrimonio de la nación, con este tipo de servidores? Me queda claro que su responsabilidad pasa a segundo término, no le interesa en lo absoluto su trabajo. Es más fuerte su vanidad como mujer, que cumplir con su trabajo.
Todos los funcionarios en este país, tienen la obligación y poner el ejemplo, para someterse a los mismos criterios que la ley laboral establece y que rige a todos los trabajadores mexicanos, pero aquí, nadie controla a estos funcionarios.
Solo a ellos no les afecta en lo absoluto, la crisis económica por la que atravesamos como país, es verdaderamente lamentable.
Elsa Lesster.
@elsilesster