“Mucha gente tiene armas de fuego, debe ser fácil conseguirlas”, declaró a medios Juan Ramón Corona Valencia, coronel de Infantería del 64º Batallón, en el marco de la campaña “Canje de Armas”, a cambio de apoyo económico, en Cancún.

En efecto, se percibe un aumento de hechos violentos, se especula que ingresa armamento al mayoreo a la ciudad, se habla del fortalecimiento de grupos criminales, se constata la reducción de efectivos federales, se lamenta la falta de presupuesto para seguridad y nos aterran los cuerpos no identificados ni reclamados.

Según Alberto Capella, secretario de Seguridad Pública de Quintana Roo, nos han restado el 70% de las fuerzas federales para combatir el crimen este año, pese a la Ciudad Militar en Benito Juárez, una iniciativa del gobernador Carlos Joaquín.

La previsión de gasto para las funciones de Seguridad Pública este 2019 implica una baja real de 12.4% respecto a lo aprobado en 2018. El Presupuesto de Egresos de la Federación contempla un monto neto en el rubro de 144 mil 809.7 millones de pesos; de los cuales, sólo el 28.8% se asignó para atender “asuntos de orden público” y “seguridad interior”.

Peor aún, de acuerdo con el Diario Oficial de la Federación, quedaron fuera de la asignación de los subsidios para seguridad (vía el Fortaseg) los municipios de Bacalar, José María Morelos, Felipe Carrillo Puerto, Tulum, Cozumel, Puerto Morelos, Lázaro Cárdenas e Isla Mujeres.

Quintana Roo recibirá 24 mil 722 millones 251 mil 107 pesos del Presupuesto Federal, un poco más que el asignado a Tlaxcala, la entidad más pequeña. En 2018 se generaron aquí más de 10 mil millones de dólares en divisas por turismo, aunque apenas se devuelve un 40% del total, pues el 60% se lo queda la Federación.

El drama se completa con cuerpos acumulados por la “guerra de cárteles”, como han confirmado autoridades de los tres niveles. En las morgues y fosas comunes del país cuentan 5 mil 930 cuerpos en tal condición; de esos, 158 en Cancún; 35 en Playa del Carmen; tres en Tulum; uno en Cozumel, y 73 en Chetumal, detallan las corporaciones respectivas.

En torno al posible tránsito de armas, deberán activarse ya las alarmas. Pudiera deberse a que un alto porcentaje de las “transacciones corruptas” ocurre en la aduana -ha acusado el gobierno federal-, en tanto que por las fronteras norte y sur estarían traficándolas, aprovechando diversas coyunturas.

Faltan, pues, policías, recursos y demás. Sobre todo, falta un trato justo.