El lema del Ejército Mexicano lo dice: "Siempre leales". 

No deja lugar a duda y así surge un absurdo reclamo de autonomía de formadores de opinión que apuestan al desencanto cuando AMLO apunta próximo Secretario de la Defensa para tomar cargo el 1 de Diciembre próximo al General en Retiro Audomaro Martínez Zapata, quien fue su coordinador de seguridad.

Las fuerzas Armadas en México no son autónomas, sino sujetas al mando civil. Poco después de la consumación de la Independencia de México en 1821 se creó la Secretaría de Guerra y Marina, desde entonces durante su mandato el Presidente es Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, mando que ejercerá por sí mismo o a través del Secretario de la Defensa Nacional y del Secretario de Marina-Armada de México. Como Secretaría de Estado la SEDENA, es parte del Poder Ejecutivo. Solo que antes el Titular del Ejecutivo Federal no daba aviso, designaba.

El lema del Ejército Mexicano dice: "Siempre leales".  No: “Siempre Autónomos”. Al mando de alguien distinto, con intereses propios. Autónomos describe a un grupo militar en insurgencia. En el Ejército, el honor se encuentra en la Lealtad, el  amor a la Patria, respeto a la cadena de mando, es uniforme, sus insignias, la bandera, los símbolos patrios, base del heroico cumplimiento del deber.

Durante el Sexenio de Carlos Salinas de Gortari, en 1992 se creó el Instituto Nacional para el Combate a las Drogas; con las fuerzas armadas por primera vez parte en órganos antidrogas con capacidad de decisión. Con Ernesto Zedillo se creó la Policía Federal Preventiva; más de la mitad de su primer contingente de 8,000 efectivos, era personal activo del Ejército Mexicano.

Vicente Fox le dio decisión al nombrar Procurador al general Rafael Macedo de la Concha con las Fuerzas Armadas como principal actor en el combate al tráfico de drogas en el Operativo México Seguro, en 2005. Se amplió a toma de decisiones, que por ley no están facultados y la militarización de la seguridad pública.

Felipe Calderón, con el creciente poder de las Fuerzas Armadas en la seguridad deja a los órganos facultados en la lucha antidrogas como “coadyuvantes” cuando debe ser al revés, lo que ha derivado en crisis de Derechos Humanos y el índice de desacato a la ejecución de las órdenes por las consecuencias de pena por violación a Derechos Humanos.

Con Enrique Peña Nieto, con un gobierno con alta criminalidad y falla de instituciones de seguridad pública,  el titular de la SEDENA ejerció presión al Ejecutivo y al Congreso de la Nación, para obtener una Ley que evite el desacato. Porque  es cierto, debe normarse su función extraordinaria, manteniendo los principios rectores, no un marco legal a la autonomía en toma decisiones en las Fuerzas Armadas. La Autonomía en un Ejército  va contra el principio castrense de lealtad a la Patria, en acatar con disciplina órdenes en la cadena de mando, valores básicos que se van olvidando y con mucha facilidad se cae rápidamente de la Autonomía a donde el uniforme pasa a ser un disfraz, los condecoraciones adornos y de ahí a la insurrección de fuerzas Armadas y golpe de Estado. No se puede perder nunca de vista los principios y valores que forjan su carácter en la progresiva inclusión de las Fuerzas Armadas en la seguridad pública, ha sucedido una fáctica relativa autonomía acumulada durante el ejercicio de estas actividades tomó un poder extraordinario en los últimos tiempos, que no ha sido ajeno a corrupción y al abuso. Conductas irregulares que deben ser erradicadas de fondo al 100%. Es un sentido reclamo de los mexicanos. Las Fuerzas Armadas no dictan políticas públicas, son fieles no autónomas. Lo opuesto es una insurrección. Traición a la Patria. El ejército no es su cúpula, son hombres y mujeres con sueños, con familia, que fueron entrenados en formación castrense para el servicio de la Patria. Hay razones de peso en la estabilidad política de una nación por la que es de vital importancia que no se pierdan los principios y valores en las Fuerzas Armadas, leales, y sujetas al mando civil al que obedecen órdenes donde no hay entrada al debate político. Los Fuerzas Armadas en el mundo tienen en común valores y principios rectores.

En México no es cualquier cosa, han sido labrados con la sangre derramada en dar la vida en defensa de la Patria. Es momento de retomar las bases y motivos. El Presidente Electo apunta en esa intención a estos principios básicos tan necesarios para la Patria, que no se pueden perder por ningún motivo, acertando en la designación del próximo titular de la SEDENA precisamente en un General Retirado que recuerda y que entiende plenamente los valores y principios en los que se formó, lo que para el Ejército Mexicano significa ser: “Siempre Leales”.