Hola qué tal estimado lector, aprovecho el regalo de su atención en mi editorial de la semana para compartir con usted mi sentir acerca de un tema de ámbito financiero con el cual muchos de nosotros nos vemos involucrados de manera directa: las tarjetas de crédito en nuestro país. Para poder darle un acercamiento simple pero asertivo acerca de este concepto me gustaría primero explicarle el sector en el cual se mueve la mayoría de las tarjetas de crédito en nuestro país, éste se denomina como crédito al consumo, mismo que está destinado para poder hacer las compras habituales que uno efectúa en muchos establecimientos, que en su mayoría son comercios y empresas de servicios que ofrecen productos del índole cotidiano. El crédito al consumo vía las tarjetas de crédito ha ido en un creciente aumento en nuestro país,  al grado que el uso del dinero ha ido disminuyendo, no porque éste desaparezca, sino más bien porque el gobierno y el sistema bancario nos invitan a que las usemos, el primero para tener mayor control de nuestros movimientos financieros y el segundo para que usen nuestro dinero para hacer más dinero.

El fácil acceso a una tarjeta de crédito ha ocasionado que cualquiera pueda disponer de una, la banca comercial (que es como se le conoce a la banca tradicional) se está peleando los clientes, y efectivamente muchos de ellos logran hacer que el consumidor promedio cuente con una tarjeta con una línea disponible de crédito que en muchos casos no sabe utilizar, por lo que la parte menos agradable de la banca sale a relucir en este mal uso del instrumento crediticio. Pero retomando al título de la columna del día de hoy, por qué en México el sector de las tarjetas de crédito es un “oasis” para la banca comercial, ya que en nuestro país, las tasas de interés que cobran estas líneas crediticias rondan de un 36 a un 66% y si se considera el CAT (Costo Anual Total) llegan a ser de un 40% a un 113% por año.

Para darle una comparativa más ilustrativa le comparto que en Chile las tasas rondan entre un 47 y 53%, en Colombia entre un 28 y 36%, en Perú entre un 24 y 60% e incluso en Venezuela en un 33%. Ahora, comparando con países que no son Latinoamericanos, en Canadá va de un 18 a un 20%, en España de un 8 a un 25% y en Estados Unidos entre un 8% y un 16%.

En México la tarjeta de crédito es un producto caro, por lo tanto piense muy bien antes de endeudarse y se pueda arrepentir después, ya que si falla lo marcará en su historial crediticio durante al menos cinco años antes de poder salir. El crédito es bueno siempre y cuando lo sepas aprovechar, sin embargo hoy en día es un lujo que no todos nos podemos dar.