La promesa de campaña de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de bajar los precios de las gasolinas se ha visto cumplida en los últimos días quedando el costo promedio de estos combustibles de la siguiente manera: 17.292 pesos la gasolina Magna, la gasolina Premium 18.625 pesos y el diésel alcanza los 19.785 pesos por litro.

La baja en los costos del hidrocarburo menor a 92 octanos (Magna), fue del 11.65 por ciento, la de mayor a 92 octanos (Premiun) fue del orden del 10..1 y el diésel del 6.8 por ciento en comparación con los precios promedios que se tenían para el primer sábado de febrero de este año.

El pasado viernes, 20 de marzo, el precio de la gasolina en algunas estaciones de Nuevo Laredo, registraron una baja del precio por litro de la Magna que oscila entre los 10 pesos con 99 centavos y 13 pesos con 85 centavos el litro, mientras que la Premium registró precios de 13 pesos con 34 centavos y la más cara era de 16 pesos con nueve centavos.

En Ciudad Juárez, Chihuahua, la gasolina regular menor a 92 octanos ya se comercializa este fin de semana en 10.7 pesos por litro.

De acuerdo con datos de PetroIntelligence, en el precio promedio de los combustibles más bajo por estados, destaca Chihuahua, donde la Magna y el diésel, ya se están vendiendo en 15.3 y 19.2 pesos por litro, respectivamente, mientras que el mejor costo para los consumidores de la gasolina tipo Premium se encuentra en Tamaulipas con 17.2 pesos por litro.

El costo de venta de los hidrocarburos bajo sin que mediara un estímulo del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) de parte del gobierno de la Cuarta Transformación al consumo de estos productos.

La disminución del valor monetario de los combustibles en el país se debe sobre todo al desplome del precios internacionales del petróleo que es la principal materia prima para la elaboración de los energéticos. Los precios del crudo han caído desde el 6 de marzo un promedio de 30 por ciento, como consecuencia de un desacuerdo entre los principales productores por reducir la producción ante un entorno de menor demanda por la pandemia del coronavirus lo que derivó en una sobreoferta.

Durante su gira en el estado de Oaxaca el Presidente de México se detuvo en una gasolinera y presumió la baja de precio en el litro de los combustibles. Este festejo del primer mandatario desató la ira de políticos de oposición, columnistas y analistas que reclaman que la actual administración no hizo nada para que disminuyeran los costos de los energéticos.

Los “expertos en petróleo, epidemiólogos, que hace unos días también eran feministas Chumel Torres y Fernando Belaunzarán y que tienen como guía espiritual al expresidente Felipe Calderón Hinojosa”, manifestaron su desacuerdo con López Obrador de “quererse poner la medalla de que los precios de los combustibles hayan disminuido.

Belaunzarán publicó un su cuenta de Twitter un tuit que decía: “Oiga, presidente @lopezobrador, usted no decidió nada. Los precios de la gasolina los define el mercado y el gobierno no bajó un céntimo los impuestos. ¿Tan desesperado está como para mentir con tanto descaro?. ¿Mañana anunciará que gracias a sus gestiones respiramos gratis?”.

El tuit del militante del PRD deja dudas a la gente que no tiene “los conocimientos tan profundos en materia económicos del distinguido intelectual” ya que no sabemos a qué mercado se refiere al local o al internacional y si hay una sobre oferta de combustibles en el país o la baja en el precio de estos energéticos se debió a una disminución de la demanda de las gasolinas.

Pero sí el argumento del político del partido del sol azteca se refiere a que actualmente hay sobreoferta en el mercado petrolero internacional que ha hecho que el crudo baje su costo para la producción de productos refinados y que por eso bajo la tarifa de las gasolinas en México y no gracias al gobierno de López Obrador, provoca que preguntemos ¿por qué no bajo el precio de los combustibles en los sexenios de Enrique Peña Nieto y en el de su líder moral Felipe Calderón cuando tuvieron bajas del precio del crudo en el mundo?

La baja del precio de la mezcla mexicana de petróleo en septiembre de 2008 y que continuo durante el siguiente año no hizo que el gobierno de Felipe Calderón ni el mercado disminuyeran los costos para el consumidor mexicano de los combustibles por el contrario hubo un aumento de estos productos refinados.

El 19 de diciembre de 2009 el gobierno calderonista determinó aplicar un nuevo aumento de 5 y 3 centavos por litro a los precios de la gasolina Magna y diésel, respectivamente. Esta alza se presentó antes de que entrara en vigor el primero de enero de 2010 el marginal aumento de apenas 2.6 pesos al salario mínimo.

En el sexenio del expresidente Felipe Calderón, el costo de la gasolina Magna aumentó 69.6 por ciento; la Premium 44.7 por ciento; pero el combustible que más subió durante los 6 años del mandato del esposo de Margarita Zavala fue el diésel, ya que tuvo un alza de 106.4 por ciento.

De acuerdo con el informe Análisis de los precios y de los subsidios a las gasolinas y el diésel en México, 2007-2013, realizado por la Dirección General de Servicios de Documentación, Información y Análisis de la Cámara de Diputados (DGSDIA),en el periodo que va del 1 de enero de 2007 al 31 de diciembre de 2012, el precio del litro de Magna pasó de 6.76 a 11.47 pesos, el de Premium de 8.31 a 12.03 pesos, mientras que el diésel aumentó de 5.73 a 11.83 pesos por litro.

La administración de Calderón tuvo una política poco efectiva y que causó daño a las finanzas públicas del país. En 2007 para contener los precios de los combustible, la administración del ahora líder del partido México Libre erogó 65 mil 100 millones de pesos para subsidiar y contener el aumento del precio de las gasolinas; al año siguiente desembolsó 299 mil 300 millones de pesos.

Para el 2009 disminuyó considerablemente el subsidio, lo que significó un gasto de 19 mil 200 millones de pesos, aunque en sus tres últimos años, Calderón continuó con la política de amortización en los precios de la gasolina, llegando a los 93 mil 900 millones para 2010; 195 mil 800 millones para 2011 y, 252 mil 400 millones de pesos en 2012.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SCHCP), en total, en el sexenio calderonista se perdieron casi un billón de pesos subsidiando la gasolina, en lugar de invertir en cosas más productivas como transporte público, escuelas, universidades y hospitales.

En la campaña para la presidencia del 2006, Felipe Calderón prometió que los precios de los combustibles bajarían, promesa que no cumplió ya como presidente.

Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto los precios internacionales del petróleo también cayeron. En agosto de 2015 la mezcla mexicana de exportación perdió 6.98 por ciento para venderse en 33.71 dólares por barril. Ésa fue la tercera caída más pronunciada en ese año, luego de haber caído 8.33 por ciento en julio y 9.53 por ciento a principios del octavo mes.

La baja en la cotización del crudo mexicano de exportación en el sexenio peñista tampoco hizo que los precios de los combustibles disminuyeran y por el contrario estos subieron para el consumidor. La gasolina Magna pasó de costar 10.8 pesos por litro al inicio del sexenio a 19.2 pesos cada litro de combustible al cierre de la administración.

La lógica del mercado en lo que se refiere a los precios de las gasolinas ha funcionado para la administración del presidente supuestamente populista Andrés Manuel López Obrador, pero no funcionó para los mandatarios liberales Enrique Peña Nieto, y menos para Felipe Calderón.

El gobierno de la Cuarta Transformación se verá beneficiado con la baja en los precios de las gasolinas ya que podrá obtener para este año un ingreso por concepto del IEPS a los combustibles de aproximadamente 310 mil millones de pesos.