La Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) organizó este lunes 19 de octubre una conferencia de prensa con motivo de la participación de México en las reuniones anuales del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de las cuales el secretario Arturo Herrera, fue designado presidente de la Junta de Gobernadores de esos dos organismos internacionales.
Tuve la oportunidad de poder participar en la rueda de prensa y formular dos preguntas específicas para el secretario de hacienda. Las preguntas se basaron en la preocupación que existe por parte del FMI de que la deuda pública mundial superará en este 2020 el 100 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del total del planeta y ¿el por qué no se había reconocido la correcta estrategia mexicana de no solicitar más préstamos que rompe con la esclavitud del endeudamiento y empezar la recuperación de la economía con los más pobres?
La otra pregunta que formule se refería a del ¿por qué en México las autoridades supervisoras y reguladoras de la Banca no han suspendido las reglas de Basilea III y evitar que se cumplan los pronósticos del organismo supranacional de que para evitar la quiebra de instituciones de crédito los Bancos grandes que en el país en su mayoría son extranjeros adquieran y fusionen a los medianos y pequeños contribuyendo con esto a la monopolización de la Banca.
A mi primera aseveración que formulé y en la cual di una introducción para dar contexto: “Dos veces al año se realizan las reuniones conjuntas con el FMI y el Banco Mundial desde 1947. Su objetivo formal es “poner fin a la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida”. Pero desde que eso ocurre hay más pobreza en el mundo, el endeudamiento de los países medios ha llegado a un nivel insoportable y la riqueza se ha concentrado precisamente en los países que controlan los organismos internacionales. ¿Por qué no cambiamos el formato y se reconoce que México va en el camino correcto rompiendo con la esclavitud del endeudamiento y empezando la recuperación de la economía con los más pobres?
El secretario Arturo Herrera me respondió dando algunas precisiones sobre fechas y qué organismo tiene en especificó lo que afirme, siendo su respuesta lo siguiente “El objetivo del Fondo Monetario Internacional ha sido totalmente distinto, el Fondo Monetario Internacional interviene fundamentalmente cuando hay un problema de solvencia o de balanza de pagos en algunos países, a mí me parece que por otro lado los objetivos de disminuir la pobreza, eliminar la pobreza extrema para el 2030 y de aumentar la prosperidad compartida son algo que claramente un gobierno que se circunscribe en la izquierda dentro del espectro político estaría de acuerdo”.
El funcionario agrego: “Aumentar la prosperidad compartida no es más que un eufemismo para decir que se va a mejorar la distribución del ingreso y me parece que el gran reto es en cómo irlo haciendo a lo largo de los distintos países”.
La respuesta del servidor público, me pareció extraña, ¿por qué no presumir lo que ha hecho el Gobierno de la Cuarta Transformación (4T) no solicitar más créditos como lo ha hecho la mayoría de los países en el mundo para salir de la crisis económica que ha provocado la pandemia de Coronavirus en el mundo y sabiendas de que a un mayor endeudamiento y un gran sacrificio fiscal sobre todo para naciones emergentes la recuperación será más lenta y habrá una “esclavitud” y pobreza para los habitantes de esa partes del mundo.
Según una estimación del FMI el esfuerzo de los gobiernos para paliar el impacto de la pandemia de Covid-19 sumado a la profunda caída de la actividad provocada por el confinamiento y aislamiento social elevará por primera vez la deuda pública global por encima del umbral del 100 por ciento del PIB.
La deuda pública mundial superará por primera vez el 100 por ciento del PIB en 2020, según FMI; de este modo, la institución internacional calcula que la deuda pública a nivel global alcanzará en 2020 el 101.5 por ciento del PIB, frente al 82.8 por ciento contabilizado en 2019, para proseguir su escalada el próximo año, cuando se espera que alcance un nuevo récord en términos relativos del 103.2 por ciento del PIB.
El Fondo Monetario Internacional estima un fuerte incremento del déficit mundial, hasta un promedio del 13.9 por ciento del PIB en 2020, frente al 3.9 por ciento de 2019, como consecuencia de las medidas adoptadas, así como por el efecto de los estabilizadores automáticos en materia tributaria y de protección social para mitigar la pérdida de ingresos de las familias durante la recesión. Para 2021, este desequilibrio presupuestario negativo se reduciría al 8.2 por ciento del Producto Interno Bruto.
La deuda de México se ubicaría en este año aproximadamente en un 54 por ciento del PIB lo que representa 12 puntos más del año pasado, pero esto se debe no a que se haya pedido más préstamos sino al aumento del tipo de cambio y a una contracción del Producto Interno Bruto, el año que viene esta proporción bajará al aumentar la producción del país. Este dato está muy por debajo de la media mundial que es de más del 100 por ciento.
Lo que no se entiende el ¿Por qué el secretario Herrera, no quiere reconocer que se tomó el camino correcto de no endeudarse más y no hacer sacrificios fiscales y tratar de salvar a la población de menores ingresos?
En lo que respecta a la segunda de mis preguntas que decía “¿No es el momento de que las autoridades supervisoras y reguladoras de la Banca mexicana decidan suspender la implementación de Basilea III -cuando ya lo han hecho de facto los países europeos y Estados Unidos- o de lo que se trata es que se cumpla el pronóstico de que para evitar la quiebra de los bancos hay que permitir que los más grandes se sigan comiendo a los medianos y chicos permitiendo la concentración de la banca grande en los países medianos y pequeños?”
Precisamente le pregunté ¿Por qué estamos alineados? Cuando las circunstancias al establecerse las reglas de Basilea III han cambiado radicalmente y al aplicarse sólo ponen en desventaja a las instituciones de menor tamaño de la economía constituyendo ello una limitante a la inclusión social y financiera.
El tema es que los problemas de capitalización para el 2021 son inminentes para los Bancos medianos ya que los predispone para una absorción o fusión que haría más grandes a los Bancos dominantes con tendencia a una mayor extranjerización del sistema financiero que ya tiene el 80 por ciento de sus activos en manos extranjeras. Eso o un nuevo Fobaproa.
La contestación a mi segunda aseveración por parte de Herrera también fue desconcertante ya que parecía estar defendiendo las medidas de Basilea III.
El funcionario hacendario dijo que “Con relación a la pregunta sobre Basilea tres, Basilea tres también tiene establecido mecanismos a través de los cuales se puede flexibilizar la regulación financiera y bancaria y esos mecanismo de hecho ya los hemos venido aplicando, nosotros como señalé en diversas ocasiones, con anterioridad, hicimos desde el 26 de marzo implementamos una facilidad regulatoria que permitió que se reestructurará más o menos nueve millones de créditos en el país por un monto que es el equivalente al 18 por ciento de todos los créditos que tiene la Banca comercial”.
Esta facilidad estuvo abierta desde el 1 de abril, hasta agosto y a partir de agosto hemos establecido una segunda ventanilla que permite reestructurar los pagos, la deuda con pagos mínimos y teniendo un enfoque más liviano a la marca en el buró de crédito.
Rematando el funcionario que “En realidad, José Eduardo ya estamos utilizando algunos de los mecanismos que el marco de Basilea tres permite, el marco de Basilea por lo demás, lo que se hace es traducirlo a la normatividad y a la regulación local que es con la que operamos nosotros”.
Lo que dijo Arturo Herrera es que el programa de reestructuras de crédito está “funcionando muy bien” gracias a Basilea III, pero esto está muy lejos de ser realidad, los Bancos comerciales sólo están aplazando los requerimientos de pago y la cartera vencida está en aumento.
En resumen el secretario de hacienda, es humilde con lo que debería presumir como es que México tomó la ruta correcta en esta pandemia como es la de no adquirir más endeudamiento y atender los requerimientos de la gente de menos ingresos y por otro lado se siente muy satisfecho de acatar las reglas de Basilea III que están causando daño a la economía de las personas y de las empresas.