Espacio y tiempo para investigar la tragedia de la L12
Hay luto en la ciudad. Es tiempo de solidaridad con las víctimas y de dar espacio a la técnica y a los especialistas para investigar y determinar por qué se desplomaron estructuras en un tramo de la Línea 12 del Metro.
Es tiempo de ser empáticos con el dolor en la tragedia que conocimos de manera súbita. Hacer conjeturas en un tema técnico, en esta circunstancia, no hace una contribución. Como ciudadanos debemos ser solidarios con los deudos, con los afectados y confiar en que la investigación esclarezca responsabilidades.
Lo impredecible y la tragedia nos conducen a la solidaridad, no hay otra vía en este momento: la solidaridad en la zona por parte de vecinos en las primeras horas, la solidaridad presidencial y las posteriores condolencias internacionales.
Escenas de dolor
El accidente trajo escenas de dolor, como lo de una madre desesperada, angustiada por no saber nada de su hijo de 13 años, que al momento del desplome viajaba en el Metro con un grupo de amigos. Un sufrimiento que todos compartimos.
La Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ha ordenado un peritaje externo por parte de una empresa noruega, que no tiene relación contractual con el Metro, a fin de garantizar transparencia e imparcialidad. Esto, adicional a la investigación que inició la Fiscalía General de Justicia de la CDMX.
La afectación a miles de usuarios debe estar también en el centro de las tareas del gobierno para garantizar su movilidad. El martes pasado, la Secretaría del ramo aplicó un plan emergente para los habitantes de la zona, con 490 unidades, que se adaptará y prolongará hasta que sea necesario.
Resiliencia
La Línea 12 significó por vez primera mirar al oriente para conectar Tláhuac y Xochimilco con la red del Metro, desplegada en buena parte de la ciudad. Rápidamente creció en usuarios por su conectividad y ahorro en tiempo de traslado.
El camino es la responsabilidad y colaborar en la resiliencia para sobreponernos a la situación, especialmente con apoyo a quienes sufrieron la muerte de 24 personas, y por la afectación a muchas más. En esa tarea de construcción nos debemos comprometer.
En Confianza
El pasado martes se concretó el llamado “sabadazo” que puso en libertad a Héctor Luis “El Güero” Palma, uno de los sicarios más temidos del Cártel de Sinaloa. Tras ser absuelto del delito de delincuencia organizada, salió del penal del Altiplano en Almoloya de Juárez, en el Estado de México. Afuera ya lo esperaban elementos de la FGR y la SEIDO para llevarlo a la CDMX por una posible nueva acusación.