Desde hace algunos años el negocio inmobiliario viene transformándose de manera acelerada.
Hoy existen diferentes formas de inversión, desde la tradicional en un inmueble que compras de contado con el objetivo de esperar su plusvalía, o la compra de un terreno a plazos en preventa, donde esperas que al final de la compra el proyecto esté terminado y el precio sea mayor, o un condominio de playa que su principal atractivo son las rentas y el porcentaje de utilidad que obtienes conforme el monto de inversión.
Estos son solo unos ejemplos de la gran gama de opciones que hoy te ofrece el negocio inmobiliario.
Sin embargo hoy tenemos una nueva modalidad de inversión que es el Crowdfunding.
Esto consiste en que hay empresas que trabajan en el desarrollo de un proyecto, y concentran a diferentes inversionistas para que en vez de tomar un crédito bancario puente, ocupan los recursos de varias personas ofreciéndoles un rendimiento determinado que es mucho mayor que en una inversión bancaria y vuelven a estos inversionistas socios de un proyecto determinado.
Estas aportaciones pueden ir en su gran mayoría desde $50,000 y con esto si metes a 1000 personas logras un capital de trabajo de 50 millones de pesos.
Esto es solo un ejemplo, hay otras empresas que su entrada al negocio es mayor o menor, pero la esencia es la misma.
En mi opinión es una extraordinaria forma de inversión y es una muy buena idea de negocios.
Sin embargo, siempre es importante verificar quién es la empresa, qué experiencia tiene, quiénes son los socios y comparar que su propuesta de negocio sea similar a las que hay en el mercado. Hay que tener mucho cuidado con las propuestas que ofrecen utilidades mucho mayores a las promedio.
En conclusión, el Crowdfunding es una buena y novedosa forma de hacer negocios, tomando las decisiones adecuadas.
El autor es Presidente de las Americas de FIABCI. elchochol.com