Quiero comenzar este texto que es mío y que nadie está influyendo, nace de mis creencias, conocimiento y experiencia como ser humano diciendo lo siguiente.

¡Ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja! ¡Qué maravillosa estupidez han mal reciclado estos jóvenes Panistas de Jalisco! Y no paro de reír porque siempre recibo con humor las acciones de algún mexicano o de cualquier nacionalidad que pretenden instruir a los demás en prácticas que inclusive van en contra de sí mismos.

El ser humano es increíblemente estúpido o terriblemente maravilloso, pero siempre se balconea como decimos en México o se evidencia por sus acciones y actitudes. Adolfo Hitler, por si no saben estos muchachitos, fue un niño maltratado física y emocionalmente, lleno de rencores hacia sus tutores y hacia la sociedad que lo rodeaba, la niñez y la adolescencia como a todos los seres humanos nos marca y es en donde decidimos la manera en la que vamos a actuar y pensar pero en muchos casos, afecta de manera negativa.

¿Qué diferencia hay entre estos Morenazis y unos sicarios de cualquier grupo criminal de nuestro país?

Prácticamente ninguna, la estructura o raíces psicológicas son las mismas, la manera de expresarlas o llevarlas a cabo son las que varían. Las ideas radicales de ultra derecha o ultra izquierda tienen razones psicológicas no siempre visibles o notorias de manera evidente, pero aquellos individuos que “sin razonamiento” se oponen a las ideas o acciones de los demás, sin escuchar argumentos ni entender posiciones, son comúnmente personas maltratadas física y emocionalmente desde pequeños por sus tutores o la figura de autoridad que han crecido con odio y resentimientos y es el patrón de conducta que comúnmente repiten en su edad adulta como una especie de venganza hacia quienes los agredieron y hacia los que los rodean por supuesto.

Asesinar, robar y secuestrar son parte de un paquete emocional y psicológico que como todo, tiene su raíz, y es tan igual a prohibir bodas gay, atentar contra la libertad de elección de la mujer en caso de que decida abortar, o prohibir la adopción de homosexuales, esa raíz y/o “razonamiento” se llaman odio.

¿Dónde diablos están o quiénes son los padres de estos chamacos babosos?

Y me refiero a los padres de los dos grupos, criminales o morenazis, no puedo imaginar a un niño feliz, con padres cariñosos, tolerantes y respetuosos con ellos, perteneciendo a un grupo criminal o a uno radical como el de estos jóvenes del estado de Jalisco. Ojalá esto sirva para darnos cuenta que en muchas, si no es que en la mayoría de las ocasiones, los jóvenes se acercan a los partidos políticos o a los grupos criminales, buscando la una oportunidad “no” de salir adelante o trabajar por su país o comunidad, sino como un conducto para llevar a cabo sus locuras y odios personales buscando el poder y la gloria para demostrarle a sus figuras de rencor y odio que pueden ser más poderosos que ellos y quizá mucho más violentos como el caso de Adolfo Hitler.

Y claro, no estamos hablando de gente tonta, utilizan su inteligencia para manipular encontrando factores que les generen empatía con los demás y como argumento de identidad y la religión católica en este caso… Para terminar, quiero puntualizar sobre que si revisamos la convivencia familiar y la niñez adolescencia de este grupo de jóvenes radicales de Jalisco seguramente encontraremos rencores, odios violencia y muchas carencias psicológicas y emocionales.