Diferentes estudios han demostrado que, durante los periodos de descanso y fiestas, hay una tendencia a ganar algunos kilos. En particular, durante las fiestas decembrinas se ha estimado que se puede ganar de medio kilo o hasta un kilogramo de peso. Esta cantidad aparentemente no representa algo relevante, e inclusive puede considerarse que es de fácil control, sin embargo, hay distintos hechos alarmantes. Mediciones han demostrado que mucho del peso ganado durante las fiestas decembrinas no se pierde en su totalidad. Esto tiene consecuencias muy serias si consideramos cuánto peso se podría ganar a lo largo de 5 o 10 años, estaríamos hablando de un incremento de 5 a 10 kilogramos.

Los periodos vacacionales y las fiestas de fin de año brindan las condiciones ideales para ganar peso, por lo que es extremadamente importante tener muy claro cómo cuidarnos. La formula es bien conocida y consiste en una combinación de factores; se tiende a comer porciones más grandes, el aporte calórico de lo que comemos es mucho mayor de lo habitual, se come con mayor frecuencia durante el día, se presenta un mayor consumo de alcohol y, sobre todo, nuestra actividad física se ve reducida sustancialmente. Por otro lado, se estima que solamente durante la cena de Navidad puede llegar a consumirse hasta 6000 calorías, lo que excede, las 1800 calorías que una persona requiere en un día. Solo en la cena de navidad se puede llegar a consumir dos o tres veces lo que normalmente deberíamos de adquirir en un día. Un aporte calórico tan grande en un periodo corto de tiempo, definitivamente favorece el aumento de peso.

La obesidad es un problema mundial, se considera que entre el 8 y el 10 % de la población la padece. En México, se calcula que alrededor de un 34% de la población es obesa y, lo más alarmante, alrededor de un 25% de los niños en edad escolar son obesos. En este sentido, el periodo vacacional no debe de ser un pretexto para dejar de vigilar qué comemos, cuánto comemos y la actividad física que realizamos. No se trata solo de pasar un momento de esparcimiento, sino de un problema que va creciendo con los años. En los niños, el tema es aun más delicado ya que es urgente prevenir el desarrollo de obesidad por todas las consecuencias negativas que atraerá en su salud. Estar consientes de cómo nuestros hábitos pueden afectar la salud, es una de las formas más simples de cuidarnos. No debemos dar tregua a la vigilancia de nuestra alimentación, sin importar la época del año o el tipo de celebraciones. La obesidad es un problema de salud totalmente prevenible, y que a la larga representa un peligro en el bienestar de todos.

Cuidar la salud debe ser algo que nunca debemos olvidar, cuidar nuestra alimentación y la actividad física que realizamos no debe ser visto como un castigo o algo negativo, debemos empezar a adquirir un estilo de vida saludable que incluya la moderación al comer, consumir alimentos de buena calidad y en las porciones que el plato del buen comer nos muestra. Una celebración de fin de año debería ser, procurar nuestra salud y fomentar hábitos en pro de un futuro sano.