Que no pase de noche. Nadie ha tenido tanto poder en este sexenio como Luis Videgaray que, en términos prácticos, ejerció simultáneamente como jefe de Oficina, secretario de Hacienda (Relaciones Exteriores) y virtual vicepresidente. En muchas ocasiones, inclusive, trascendió el poder del poder del presidente Enrique Peña Nieto.
Considerando que la reunión principal entre el presidente Peña Nieto y el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador –manteniendo la transición de terciopelo– arrojó dos resultados muy positivos (la iniciativa para la creación de la Secretaría de Seguridad Pública y las propuestas para el fiscal general), la prolongación de esta reunión se dará a través de Luis Videgaray y Marcelo Ebrard.
Se lee en la nota de SDPnoticias: “Marcelo Ebrard, próximo titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), planea una reunión la próxima semana con el actual canciller, Luis Videgaray, para iniciar de manera formal el proceso de entrega-recepción.
‘“Muy posiblemente la siguiente semana (será el encuentro). El objetivo sería iniciar la transición formal y acordar las fechas, calendarios y participantes para ello’, comentó.”
La carrera de Marcelo, dentro de la transición gubernamental, sigue en ascenso. La excusa de su próxima reunión con Luis es Relaciones Exteriores, pero los temas secretos irían más allá porque nadie como Videgaray conoce los recovecos de este sexenio y la trasición exige no sólo fotos, sino rendición de cuentas entre el gobierno saliente y el entrante.
Ebrard, bajo la anuencia de Andrés Manuel, se está convirtiendo en un eje de la transición. De la transición política, por supuesto, desplazando a la próxima secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y al próximo jefe de Gabinete, Alfonso Romo. En efecto, es muy ingenuo pensar que Marcelo y Luis se reúnan sólo para acordar la entrega-recepción.
¿Marcelo se está convirtiendo en el próximo Luis Videgaray del sexenio que viene? No. López Obrador ha demostrado durante lustros que es un político 24/7 y la nueva estructura de la política interior, a través de los coordinadores estatales, le rendirá cuentas específicamente a él, por un lado, por el otro, a partir de diciembre tendremos una nueva manera de abordar la inseguridad bajo la batuta de Andrés Manuel, y ese tema está aún bajo resguardo.
Marcelo es una pieza clave del próximo gobierno, pero no, no será un nuevo Videgaray. El estilo personal de gobernar de AMLO es muy distinto –qué bien– del de EPN.