El filme No Country for Old Men (2007) fue dirigido y escrito por Joel y Ethan Coen, los hermanos cineastas que se han ganado sus propios lugares en el cine, no sólo de las últimas décadas, sino en la historia del cine, punto.

La película gano cuatro Óscares: Mejor película, Mejor Director, Mejor Actor de Reparto y Mejor Guión Adaptado.

La premisa de la historia es simple: un cazador en el desierto se topa con los restos de un sangriento trato entre narcotraficantes; encuentra un maletín lleno de dinero y se lo lleva; sin embargo, un sicario es enviado a recuperar el dinero a como dé lugar, sin ningún escrúpulo por matar a quien se cruce en su camino, y muy pronto el cazador se convierte en la presa; pero el rastro de cadáveres que el asesino deja a su paso llama la atención de un avejentado Sheriff que se encarga del caso. 

La película fue inspirada en la novela del mismo nombre del escritor estadounidense Cormac McCarthy, autor también de la novela ganadora del premio Pulitzer La Carretera, la cual también fue adaptada para la pantalla grande en el 2009.

Un tema recurrente en los filmes de los Coens es la codicia (El Gran Lebowski, Fargo), en especial aquella que tiene consecuencias masivas sobre los personajes, y No es un país para viejos hasta lejos de ser la excepción, pero ese es sólo uno de los temas que abarca. Para poder enlistarlos todos y formular satisfactoriamente sobre cada uno no hay suficiente espacio para que permanezca el texto como nada más un artículo de cine, y no un ensayo académico.  

Para los entusiastas y conocedores del cine, la trama de la película podría resultarles familiar y con buena razón: es un homenaje a las películas del género Western; más No Country toma lugar en 1980, no en el viejo oeste, haciendo el filme efectivamente un Neo-western. En vez de bandidos y asaltantes (tristemente) mexicanos, son “actualizados” a vendedores de drogas (no menos triste).

Josh Brolin interpreta a Llewelyn Moss, el protagonista de la historia, no el héroe. Moss es un veterano de la guerra de Vietnam, lo cual le permitió tener las habilidades de sobrevivencia y astucia que le permiten mantenerse con vida en la mayor parte del filme. Aunque la codicia por dinero es la fuente del conflicto, él no carece de cualidades positivas: envía a su esposa Carla Jean lejos del pueblo para mantenerla a salvo; y aunque abandona a un hombre moribundo cuando hurta el dinero, su conciencia lo hace regresar al lugar a ayudarlo.

Javier Bardem da vida al psicópata Anton Chigurh, y por ese papel ganó el premio a Mejor Actor de Reparto. Chigurh resulta uno de los personajes más enigmáticos del cine; sus acciones y comentarios pueden resultar crípticos para quienes no entienden su personalidad, como amenazar a un hombre por tratar de comenzar una conversación. Así como todos los grandes villanos tienen una marca distintiva, (Darth Vader, su casco; el Guazon, su sonrisa) Chigurh tiene su feo peinado. Hasta el propio Bardem bromeó que “no podría tener sexo por meses”.  

El actor Tommy Lee Jones da vida al héroe legitimo de la película: el Sheriff Ed Tom Bell. Aunque en la novela el rol de Bell es mucho más significativo, en la película la mitad de la atención se otorga al personaje de Moss. Al igual que él, Bell es un militar veterano, pero de la Segunda Guerra Mundial; como mucha gente de edad mayor, Ed Tom tiende a contar anécdotas de su vida que sirven como especie de narrativas a lo largo de la película. Su código de ética es mucho más firme que el de Moss, pero la edad dejaron su marca en él, haciéndolo incapaz de seguirle el paso a los tiempos modernos, según sus propias palabras.

La esposa de Llewelyn Moss, Carla Jean, es interpretada por la actriz escocesa Kelly Macdonald. Al igual que Bardem, Macdonald muestra su gran capacidad para cambiar el acento de su voz, haciéndose pasar con gran convencimiento por una esposa pueblerina de Texas.

Para los entusiastas de las armas con ojos de águila, podrán notar que en el principio Moss está cazando con un tipo de rifle utilizado por el ejército americano. Esto hace más sentido una vez que se menciona su propio pasado militar y su estatus como excombatiente que debe luchar una vez más para sobrevivir.

Chirgurh cuenta con dos armas que se han vuelto icónicas de él: una escopeta con un silenciador y un tanque de gas comprimido.

La escopeta silenciada resulta ser una especie de paradoja: ¿si él es suficientemente discreto como para evitar hacer ruido, por qué no se molestaría con usar un arma de fuego más pequeña? La respuesta podría ser simple brutalidad, al usarla como una forma más efectiva de intimidación para sus víctimas.

El tanque es una herramienta que se utiliza para darle una muerte eficaz a los animales de ganado, esto refleja el punto de vista que Chigurh tiene hacia las personas en general, que no son diferentes a criaturas expiatorias.

En cualquier película clásica, el héroe cumple su misión o por lo menos se salva, pero No Country es una historia que busca transmitir el final de los viejos tiempos, decir que la era en que el bien y la decencia en el mundo ya termino y sólo queda el mal y la tragedia, y por lo tanto, el héroe, Moss, muere; y el justiciero, Bell, no cumple con su deber y es derrotado.

El ambiente es un pueblo en Texas, cercano a la frontera con México, a mediados de la década de los 80s, y la película tienen gran cuidado al mostrar sola vestimenta, veiculos, tecnología y hasta puestos de vigilancia que sean acorde a ese periodo y lugar.

Parte de la razón por la que se buscó a los actores Tommy Lee Jones y Josh Brolin es porque ambos son texanos de nacimiento y por lo tanto sería más fácil para ellos entran en sus personajes y entender cómo ellos se comportarían. Por otra parte, Javier Bardem nació en la madre patria, España. Esto también fue intencional, ya que los Coen querían a un actor que se viera “fuera de lugar” y que no encajara con el resto de su entorno de todas las maneras posibles. Aquí el léxico toma un rol mucho más importante: todos los texanos en la película hablan con un inglés gramáticamente incorrecto (empleando dobles negativas, por ejemplo) mientras que Chigurh habla siempre con un tomo ominosamente calmado, políticamente correcto y evitando contracciones (it is en lugar de it’s).

La sutileza es el punto más fuerte de la película: está por doquier. Desde cómo actúan los actores, los objetos que tienen, las tomas que muestran, hasta la simbología. Ningún director, en especial unos tan artísticos y expresionistas como los Coen, muestran algo sin querer transmitir un mensaje, y si no se está diciendo dialogo, se está mostrando en su lugar, y ahí es donde se debe aplicar la atención al detalle.

Por ejemplo, los animales toman un papel simbólico para los personajes, pero nunca son mencionados por los protagonistas, peramente tienen una interacción muy breve con ellos:

Moss encuentra los restos de la balacera porque ve un perro cojeando irse de la dirección opuesta; en otra escena, los sicarios sueltan un perro de la misma raza sobre él para perseguirlo y Moss se ve forzado a dispararle; y en la conclusión, después del ultima antercado, un tercer y ultimo perro se muestra yéndose del lugar, igual que el primer canino. Los perros son un símbolo de la presencia de narcotraficantes.

Los cuervos están más comúnmente asociados con lo siniestro o la muerte, y por lo tanto se tenía que mostrar uno con Chigurh, aunque fuera durante una sola secuencia. Mientras él cruzaba un puente (otro posible símbolo), le dispara a un halcón posando cerca; con el sonido del ave ejecutada, un cuervo chilla y sale volando sobre el puente. Esto nos da a entender que Chigurh es un “emisario” de la muerte, a donde él vaya la muerte irá con él, o incluso que el propio Anton Chigurh es la muerte personificada, como la Santa Muerte con una chaqueta de mezclilla.

Luego está la simbología con el Sheriff Bell; igual que Chigurh, el propio viejo soldado representa un símbolo. Para empezar, él y su generación son quienes son referidos en el titulo de la película “viejos”; entonces otra forma de interpretar el titulo sería “No es un país para el Sheriff Bell”. Esto toma más sentido tomando en cuenta que él es un héroe trágico: él se enbarca en una misión, encontrar y proteger a Moss, y capturar y encerrar a Chigurh, pero tristemente Bell falla en ambas tareas. En la novela está explícitamente escrito que derrota es una sensación para Bell “más amarga que la muerte”.

Hay una secuencia donde Bell investiga el desierto montando su caballo, y en su hogar disfruta hacer lo mismo. Ningún otro personaje en la trama utiliza al caballo como medio de transporte, indicando lo anticuado que Bell es, que tan viejo. En la última escena de la película, Bell tiene una conversación con su esposa donde se desahoga; le cuenta de un sueño donde estaba cabalgando con su padre, quien se adelanta en el camino con una linterna y lo esperará con una fogata. La luz de la linterna y la fogata también pueden jugar un símbolo de esperanza que pertenece a otra época, que ya no está en el mundo que actualmente habita, y él está consciente de esto, mostrado con una cara llena de cansancio y melancolía en el plano final de la cinta.

Muchos críticos y espectadores de la audiencia pueden decir que la película tiene una “error de edición” al no mostrar un clímax, una confrontación final entre Moss y Chigurh. ¡Esto es intencional!

Se busca crear una sensación de desilusión y decepción en la audiencia; las tomas sólo muestran los restos de la lucha: cadáveres, vehículos con agujeros de balas, y el cuerpo inerte de Moss. Más no hay que olvidar quien está presente de los escombros: el Sheriff Bell. Aquí es donde los Coens nos permiten más que nunca entender lo que él estaba sintiendo: quería salvar a Moss pero no pudo, queríamos que Moss viviera pero no fue así; ni Bell ni la audiencia es testigo ocular del hecho, sólo podemos especular y sacar conclusiones propias entre los restos.

Quieren hacernos saber que los viejos tiempos en los que veíamos un clímax espectacular con el protagonista victorioso han terminado.

La novela toma esto de la misma forma, aunque con cambios que contundentemente no afectan el invisto desenlace de Moss.

No es un país para viejos es una película difícil de gustar para todos. Es una historia que tienen mucho más sentido para aquellos que están familiarizados con el cine clásico y está dirigida por cineastas que desafían todas las normas del cine, y por ello no cabe duda de lo única y extraordinaria entrega que es.