Debido a la baja aceptación que ha tenido el Virtus, con un precio de unos 30 mil pesos más alto que su competencia directa Chevrolet Onix y Nissan Versa que comienzan en menos de 240 mil, y peligrosamente cercano a los costos de su hermano mayor Jetta, y que pesar de estar construido sobre la nueva plataforma MQB-A0 de donde también derivan Ibiza, Polo (no vendido en México) y Audi A1, Volkswagen ha decidido extender la vida útil del Vento, quien cumple su sexto año en el mercado nacional.
¿Una estrategia arriesgada?
Pues, a decir verdad, la competencia en el segmento de los sedanes subcompactos ha orillado a las armadoras a ofrecer productos que vayan más allá del concepto básico de movilidad urbana, acercándolos cada vez más al segmento superior de los compactos, no solo estéticamente sino heredando de buena forma sus componentes mecánicos y de seguridad tanto activa como pasiva. Vento puede ir aún por los números de Mazda 2 Sedán, Kia Río y Honda City; jugando los antes mencionados Chevrolet Onix, Nissan Versa y su mismo sucesor Volkswagen Virtus en un peldaño superior donde la carga tecnológica y la manufactura en general va un paso adelante del resto.
Es verdad que Volkswagen en nuestro país ha jugado la ruleta de mantener dos generaciones simultáneas de un modelo por muchos años. En 2005, cuando el Jetta 4 vio su fin en todo el mundo para acomodar al mucho mejor logrado, grande y seguro Jetta 5; en México continuó vendiéndose la cuarta generación hasta 2007 sin cambios, y de 2008 a 2014 con el sobrenombre de Clásico, cuya quinta generación la conocimos aquí con el nombre de Bora de 2006 hasta 2010, cuando fue suplido finalmente por un nuevo Jetta de sexta generación. ¿Por qué? Porque el Jetta 4 fue rentable década y media en el país, aunque su tecnología, bastidor y tren motriz habría de quedarse rezagada dos generaciones de su propio modelo.
Entonces, sabiendo que Virtus es el sucesor natural del Vento, pues es prácticamente la versión sedán de la nueva generación del Polo, Volkswagen decidió nombrarlo de otra manera por si sus ventas no alcanzaban el punto previsto, como sucede ahora y en notas anteriores se los informamos, y decide ahora alargar la vida de su sedán más vendido. Todo va bien, mientras la cosa dure un año más cuando mucho y las personas de trajes caros en Puebla decidan finalmente renovar toda la gama, incluyendo el Polo nuevo que ya se vende en Europa, el Golf 8 y todas las variantes asequibles del Virtus que aquí no están disponibles, o como sea que vayan a nombrarlo después.
Con un muy ligero cambio estético que se reduce al rediseño inferior de ambas fascias y los faldones laterales, la oferta de Vento 2020 será de solo dos versiones: Startiline y Comfortline Plus, ambas con opción de transmisión manual de 5 o Tiptronic de 6, entre los 229,900 pesos para la variante de entrada con transmisión estándar y 279,900 pesos para el tope de gama con automática, que añade climatizador automático, control de velocidad crucero, infotenimiento con pantalla de 6.5" compatibie con Android Auto y Apple CarPlay, faros de niebla y rines de aluminio de 16". El motor 1.6 16v MPFI se mantiene y la versión TDI desaparece.
A ver.