En política todo se puede decir, excepto la verdad. Para ocultarla, se recurre al eufemismo, que según la Real Academia Española es la “manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante”.
Leo en la prensa rosa española ejemplos de lo anterior:
“Modelo rusa” significa prostituta; “sedienta”, borracha; “empresario”, sinvergüenza; “voluptuosa”, gorda; “se conserva bien”, vieja; “divertida”, borracha; “más guapa que nunca”, recién salida del quirófano; “espléndida figura”, era gorda y ha adelgazado; “artista”, rico y vago; “distinguida, belleza diferente”, fea y delgada; “distantes”, se van a divorciar: “muy enamorados”, cursis; “muy deportista”, anoréxica.
Yo agregaría que “periodista” es un buen eufemismo de “chismoso”.
En la política mexicana el más gastado eufemismo es el de que se va a permitir la inversión privada en Pemex “sin privatización del petróleo”. ¿Es eso posible? Claro que no. ¿Es eso deseable? De ninguna manera. El capital privado debe estar ahí, en los sectores en los que el gobierno ya no puede invertir. Y en nuestro país, es un hecho, el estado simple y sencillamente no puede con la carga de hacer crecer la industria petrolera.
Me da gusto, así, que haya personas que, a pesar no tener a la política como su profesión, intervengan en los debates públicos sin eufemismos, llamando al pan, pan, y al vino, vino. Como Carlos Slim, al que este día entrevistan en El País a propósito de la crisis de Europa.
Slim está en contra del retiro a temprana edad.
Slim dice que el estado de bienestar construido en Europa se ha vuelto insostenible.
Slim le da un consejo duro, pero necesario a Europa: “Lo que Europa debe hacer son dos cosas: vender activos, que bajen su endeudamiento y sus déficits, pero también invitar al sector privado a que haga la inversión que el Estado ya no tiene por qué seguir haciendo”.
Slim no le hace al tío Lolo (el que se hace pendejo solo) en su diagnóstico: “En ese Estado de bienestar las personas se están jubilando a los 60 años en algunos lados, cuando la esperanza de vida probablemente es de 85 o más años, y es de esperar que siga creciendo… Creo que debe haber una jubilación mucho más tardía. Yo diría a los 70 años por dar una cifra, pensando en que las personas van a vivir 85 y más años”.
Propone Slim nuevas formas para hacer eficaz el trabajo: “Además también cabe hacer programas de empleo, sobre todo en el caso de Europa, con fórmulas de trabajo de tres o cuatro días. En lugar de cinco días de ocho horas laborales, que se trabajaran tres días de 11 horas. Los tres o cuatro días restantes serían de un descanso que permite leer, actividades de entretenimiento, la convivencia familiar, acceso a la cultura, educación, viajes...”.
Slim es contundente: “Yo creo que lo que debe hacer Europa es vender activos... que bajen su endeudamiento y sus déficits, pero también invitar al sector privado y a esos grandes recursos que hay en todo el mundo... a que hagan la inversión que el Estado ya no tiene por qué seguir haciendo… Hasta los hospitales y las escuelas pueden ser financiadas con dinero privado y con eso el Estado quita presión a sus necesidades financieras… los gobiernos están muy endeudados. ¿La deuda la tiene quién? Privados. Bueno, pues buscar cambiar activos por deuda, reducir las deudas, eliminar los déficit fiscales, bajarlos”.
En fin, para salir de apuros primero hay que hacer un buen diagnóstico. Y esto solo se consigue diciendo la verdad, como lo ha hecho Slim. Por cruel que resulte escucharla.