México.- La polémica ha sido el principal ingrediente en la Final de la Champions League que disputan en estos momentos Liverpool y Tottenham en el Estadio Wanda Metropolitano.

No es para menos, ya que los Reds se fueron al frente con un gol de vestidor anotado por Mohamed Salah luego de que el árbitro de la contienda señalara una rigurosa pena máxima apenas a los 25 segundos.

Puedes leer: Mo Salah anota el 3er. gol más rápido en la historia de finales de Champions League

De acuerdo con el exnazareno Felipe Ramos Rizo, “cuando el balón le pega primero en el abdomen y luego en la mano, no puede ser mano deliberada, no importa la posición de la mano”, de modo que la marcación realizada por el silbante Damir Skomina fue incorrecta.

Las redes sociales como Twitter enseguida se inundaron de publicaciones en torno a la apretada jugada, las cuales, en su mayoría, coinciden con el planteamiento hecho por el hoy comentarista de ESPN.

Reglamento apoya a Skomina

No obstante, el juez central de 42 años tiene a su favor la letra del reglamento, ya que este señala que “por norma general, cometerá infracción el jugador que toque el balón con el brazo o la mano cuando se posicionen de manera antinatural y consiguen que el cuerpo  ocupe más espacio”, lo que finalmente terminó haciendo Moussa Sissoko.

Incluso por ello el VAR no intervino, toda vez que si este considera que la marcación fue adecuada, no tiene más que respetar la decisión del árbitro. Y es que la regla también explica que esta clase de infracciones se consideran como penalti aún “en el caso de que el balón toque en la mano o en el brazo del jugador tras haber rebotado en la cabeza, el cuerpo o el pie de dicho jugador o de otro".

Recomendamos: ¡Todo México apoya al Tottenham! No olvidan el favor de Son Heung-min