México.- Nunca antes el minuto 30 de una Final de Champions League resultó tan dramático: hace un año, en el duelo por el título del certamen Europa, Mohamed Salah, estrella absoluta del Liverpool, abandonó el terreno de juego al sufrir una lesión propiciada por Sergio Ramos, el competitivo zaguero del Real Madrid.

De modo que en esta tarde, en el majestuoso Estadio Wanda Metropolitano, el “Faraón” tendrá la oportunidad de redimirse y así conquistar el Viejo Continente; sin embargo, Tottenham, rival en turno de los Reds, supone un desafío mayúsculo.

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Por ende, Salah debe salir inspirado y así vencer a esos fantasmas que nacieron luego de que Ramos le hiciera una especie de llave de lucha libre que lo dejó fuera de la batalla dirimirá en Kiev, misma de la que los merengues salieron airosos 3-1.

Liverpool, tercer máximo ganador de Champions (antes de 1992-93 llamada Copa de Europa), necesita obtener el cetro continental en aras de también lavar las heridas caudas tras haber perdido la Liga Premier en la última jornada ante el Manchester City de Pep Guardiola.

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A diferencia del año pasado, Mohamed no es hoy por hoy el mejor jugador de la escuadra inquilina de Anfield, y es que Sadio Mané ha tenido una temporada de ensueño, incluso en la Champions se han tornado mucho más decisivo Georginio Wijnaldum o Divock Origi, mas el talento que el egipcio tiene en los pies lo hacen candidato no sólo a “MVP” de la Final que se desarrollará en instantes, sino, por qué no, aspirante a ganar el Balón de Oro, máxime si alza también la Copa Africana de Naciones que comienza el próximo mes de junio).

Con información de AFP