México.- A diez días de que el Tricolor de Gerardo Martino arranque su participación en la Copa Oro 2019 son más las dudas que las certezas, sobre todo respecto a las negativas de varios jugadores para vestirse de verde.

Elementos como Javier “Chicharito” Hernández y Héctor Herrera pidieron no ser convocados para el certamen argumentando situaciones personales; el primero debutará en las canchas de la paternidad y el segundo se integrará a la pretemporada del Atlético de Madrid, su nuevo equipo.

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Mientras que Hirving Lozano y Miguel Layún causaron baja por sus respectivas lesiones, pero, más allá de estas más que justificables ausencias, existen jugadores como Carlos Vela y Jesús “Tecatito” Corona que al parecer no tienen ningún interés por representar al país futbolísticamente hablando.

Malos tratos e ínfimos ingresos, las principales causas

Para nadie es un secreto que desde hace varias generaciones los seleccionados han luchado por tener mejores tratos y también primas y estímulos económicos más cuantiosos en el conjunto azteca, incluso tales aspectos fueron motivo de discordia en la víspera del Mundial Rusia 2018.

Sin embargo, distintos exseleccionados como Rafael Márquez, Luis “Matador” Hernández y Jorge Campos han criticado que los futbolistas de ahora exijan dinero para jugar por México, y es que en otros tiempos el conjunto azteca era más una aspiración que una obligación.

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De ahí que en las últimas horas se haya debatido con intensidad en medios y redes sobre decirles adiós definitivamente a esos elementos, sobre todo los “europeos”, que no están comprometidos al cien por ciento con el Tri.

Cambio generacional rumbo al Mundial 2026

La Copa Oro, que la Selección Nacional encarará con jugadores en su mayoría de Liga MX, será un buen parámetro para saber si gente como Raúl Jiménez, Rodolfo Pizarro y Orbelín Pineda podrán con el paquete de buscar la calificación a Qatar 2022 y así prescindir del grupo que parece ver como una carga las concentraciones del equipo comandado por el “Tata”, quien también ve con buenos ojos llevar a cabo un recambio generacional con miras al Mundial 2026 que será disputado en Estados Unidos, Canadá y nuestro país.

Incluso el propio Martino declaró que nunca antes había visto que un jugador se negará a jugar con su respectiva selección, de modo que su política de cero tolerancia, como mostró con “Tecatito”, quien supuestamente fingió una lesión, propiciaría que el ciclo de algunos concluya en aras de darle cabida a los que sí quieran estar en cada convocatoria.

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Lo cierto es que México no cuenta con dos equipos ni mucho menos, por ende, el timonel sudamericano deberá mover inteligentemente sus piezas para que, si se complican las cosas en el hexagonal final de Concacaf, pueda echar mano de futbolistas consolidados y de experiencia, aunque eso sí, que estos tengan toda la disposición del mundo para ponerse la verde.