México.- Ganar una medalla de oro en Juegos Olímpicos es el suceso más importante para cualquier atleta y su equipo de entrenadores, tal como demostraron Ariarne Titmus y Dean Boxall.

Y es que Dean Boxall, entrenador de la nadadora australiana Ariarne Titmus protagonizó un efusivo festejo luego de que la susodicha ganara la medalla de oro en los 400 metros libres de los Juegos Olímpicos de Tokio.

Como se puede observar en un video difundido en redes sociales, el entrenador no pudo contener su alegría por el sorpresivo triunfo de la joven de 20 años.

La intensidad de su celebración hizo recordar los apasionados festejos que solía protagonizar Miguel Herrera, entrenador del futbol mexicano que hoy dirige al Club Tigres.

Staff de Juegos Olímpicos de Tokio intenta tranquilizar a Dean Boxall

Pese a que la estadounidense Katie Ledecky era favorita, Ariarne Titmus se llevó la victoria en los 400 metros libres de los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, desatando la alegría de Dean Boxall.

Gritos, saltos y hasta el intento de aventar su cubrebocas fueron los rasgos de la celebración de Dean Boxall, por ende, una colaboradora del staff olímpico intento calmarlo.

Sin embargo, el entrenador estaba totalmente desatado y absorto en la celebración; no era para menos, pues Ariarne Titmus se consagró en la élite deportiva con tan sólo 20 años de edad.

Cabe señalar que Dean Boxall entrena a Ariarne Titmus desde que ella tenía 15 años, de modo que el mentor sintió el triunfo como propio.

Dean Boxall se disculpa por su apasionada celebración

Después de la estampa que se volvió viral, Dean Boxall ofreció disculpas por perder el control durante sus festejos por la medalla de oro obtenida por la australiana Ariarne Titmus en los Juegos Olímpicos de Tokio.

“Creo que salí de mi cuerpo. Simplemente perdí el control. Como pueden ver, creo que yo estaba más emocionado que ella. Básicamente estaba diciendo: ‘Necesitas calmarte’”

Dean Boxall

Finalmente, Dean Boxall dejó en claro que tenía total confianza en Ariarne Titmus, quien con su triunfo impuso récord olímpico para Australia.

“Creo en mis atletas. Cuando salen (de la piscina) comienzan el proceso de recuperación y se van a casa. Y se apagan. Yo no. Me voy a casa y trato de encontrar la manera de que se mejoren. Simplemente no me apago. Probablemente por eso dejé salir las emociones”

Dean Boxall