México.- El hijo pródigo volvió a casa. La segunda etapa de Guillermo Ochoa en el América comenzó de manera oficial este miércoles 14 de agosto con la realización de los exámenes médicos de rigor.

El americanismo está que brinca de gusto con el regreso del ídolo. En la acera de enfrente, es decir, los fans que profesan amor por colores distintos a los azulcremas, las opiniones son diversas, pero la que más pululan son las que cuestionan las cualidades del cancerbero cuatro veces mundialista.

Un meme, alusivo al mítico “¿Y si era tan listo por qué se murió?” dicho por Homero Simpson, hace énfasis en los descensos que Ochoa experimentó en Europa y de los tantos que por racimos recibió en Granada, equipo con el cual “logró” la nada envidiable marca de ser el arquero más goleado en la historia de LaLiga.

No es un secreto que “Paco Memo” tampoco pudo jugar en algún equipo grande del Viejo Continente, es más, nunca pudo ponerse la playera de una escuadra con aspiraciones más allá de media tabla.

Un fichaje a la altura de los mejores

Pero a nivel Selección Nacional las cosas son muy distintas. Y es que nadie puede negar que el desempeño de Guillermo Ochoa en Brasil 2014 y Rusia 2018 fue de auténtico crack. En la primera justa mencionada se robó el show ante el país anfitrión y en medio de un marco pletórico -y en contra-.

Mientras que en suelo ruso, el canterano de las Águilas volvió a dar muestra de sus condiciones frente a nada más y nada menos que el combinado que en ese momento era el campeón vigente: Alemania.

Sin embargo, malas gestiones de su agente y el hecho de no contar con pasaporte comunitario le cerraron las puertas que sus destacadas actuaciones hacían suponer se abrirían para él.

Más allá de eso, desde que Tigres rompió el mercado con el fichaje de André-Pierre Gignac en 2015, la Liga MX no presumía una contratación tan mediática, sólo resta ver si, al igual que el francés, Francisco Guillermo tiene los tamaños necesarios para convertirse en el gran referente de su nuevo club.

Talento en sus manos hay y de sobra, resta únicamente que Miguel Herrera decida debutarlo en alguno de los siguientes compromisos del América en aras de saber si el “Muro mexicano” está a la altura del reto que supone el corolario a una carrera que, pese a los altibajos futbolísticos, es intachable profesionalmente hablando.