En un estadio lleno de emoción y adrenalina, los jugadores del West Ham se convirtieron en héroes inesperados al salvar a un niño.

Lo que comenzó como un partido más, tomó un giro inesperado que nadie podía prever, pero los reflejos y la rapidez de los futbolistas del West Ham fueron clave para evitar un desastre.

Un acto que dejó a todos boquiabiertos y demostró el nivel de compromiso que tienen no solo con su equipo, sino con todos los asistentes al encuentro.

Así fue el momento en que jugadores del West Ham evitaron una tragedia

En el minuto 67 del partido entre Crystal Palace y West Ham, la emoción se convirtió en preocupación cuando un pequeño incidente casi se convierte en tragedia.

Tomáš Souček, mediocampista del West Ham, celebraba su gol con los aficionados, pero la fiesta se detuvo abruptamente. La valla publicitaria no resistió el entusiasmo de los seguidores y terminó cayendo sobre un niño recoge balones que se encontraba cerca.

Souček, quien estaba en plena celebración, fue el primero en darse cuenta de lo ocurrido. Sin pensarlo dos veces, dejó de lado el festejo y se lanzó a levantar la valla, con todo y los aficionados que seguían empujando.

No solo Souček mostró su solidaridad, ya que sus compañeros del West Ham también se unieron para asegurarse de que el niño estuviera bien. En medio de la tensión, Guido Rodríguez, exjugador del Club América, pidió asistencia médica inmediata.

¿Qué sucedió con el niño que recibió ayuda de los jugadores del West Ham?

En un momento que pudo haber sido trágico, la rapidez de los jugadores del West Ham evitó que la caída de una valla publicitaria sobre un niño en pleno partido se convirtiera en un incidente grave.

Afortunadamente, el pequeño no presentó ninguna lesión significativa. Tras el susto, salió de la cancha por su propio pie, escoltado por el personal médico, que lo atendió de inmediato, gracias a la rápida solicitud de los jugadores del West Ham.

El árbitro, al percatarse de la situación, también se acercó para evaluar el estado del niño. Tras un rápido chequeo, determinó que no era necesario interrumpir el juego por más tiempo.

Este episodio, que pudo haber ensombrecido el partido, quedó como una anécdota más de la jornada, especialmente tras la victoria del West Ham por 2-0.