Cuando un futbolista se retira es común que tenga en el horizonte ser DT o comentarista. Pero hay otros que exploran otros escenarios como el de la comedia, tal cual le pasó a un jugador que sufrió depresión.
Afortunadamente, cada vez se habla más de la importancia de la salud mental en el deporte, ya que, como delata esta historia, dicho aspecto es fundamental dada la presión a la que están sometidos los atletas.
De las canchas a los escenarios de comedia: la historia de Zuhaitz Gurrutxaga
Zuhaitz Gurrutxaga es un futbolista español que debutó con la Real Sociedad a los 19 años. Sin embargo, las mieles del éxito duraron poco en el equipo donde también jugó el mexicano Carlos Vela.
Pues Zuhaitz Gurrutxaga sólo estuvo cuatro años con el primer equipo de la Real Sociedad. Pero lo cierto es que después de su fulgurante irrupción su rendimiento vino a pique.
Tal bajón no sólo se dio por circunstancias futbolísticas, sino también por aspectos mentales. Y es que el entonces joven futbolista sufrió en carne propia los síntomas de la depresión y la ansiedad.
“Tenía mucho miedo de fallar en el campo y poco a poco eso me llevó a tener problemas de ansiedad, depresión y al final acabé con un severo trastorno obsesivo compulsivo”, dijo el exfutbolista para El País.
El trastorno obsesivo compulsivo que le diagnosticaron también provocó que no pudiera asentarse en ningún lugar, ya que estuvo en seis equipos del 2003 al 2013, cuando se retiró.
Eso sí, jamás volvió a Primera División ni a gozar del glamour que ello significa aunque sí que vivió otras alegrías en el futbol de menor categoría.
El aclamado show de comedia de Zuhaitz Gurrutxaga
Hace unos días, Zuhaitz Gurrutxaga estrenó en Madrid su monólogo llamado Futbolistoc, el cual no ha hecho más que desatar un sinfín de críticas positivas.
Y es que el mencionado futbolista se sabe reír de sí mismo en la rutina, pues habla de lo “malo que era como jugador” y de las anécdotas más hilarantes que le ocurrieron como profesional.
Asimismo, el show de comedia de Zuhaitz Gurrutxaga llama la atención porque es muy difícil ver a un futbolista triunfando en un escenario distinto a los empastados y con una actitud desparpajada.