Caminos muy distintos son los de Santiago Giménez, estrella absoluta del Feyenoord, y Diego Lainez, quien hoy por hoy es banca en el Club Tigres.
En 2019, Diego Lainez, entonces jugador del Club América, dio el salto a Europa de la mano del Real Betis. Su futuro parecía más que promisorio, de ahí que se fuera vendido en 300 millones de pesos.
No solo el Real Betis se interesó en sus servicios, pues el AFC Ajax también alzó las manos, pero el joven jugador prefirió “saltarse” la etapa formativa para ir a la élite de inmediato.
Sin embargo, muchas voces coincidían, entre ellas la del Piojo Herrera, en que a Lainez le faltaba consolidarse en la Liga MX o, en todo caso, terminar de criarse en la gran escuela del Ajax.
El resultado: Diego Lainez nunca se ganó un lugar en el Real Betis y terminó por ir cedido al Braga de Portugal, para luego ser repatriado por los Tigres.
La humildad de Santiago Giménez
Mejor asesorado y con mucha más humildad que Diego Lainez, Santiago Giménez, nacido en el 2001, un año después del canterano americanista, optó por ir a Europa con el Feyenoord de los Países Bajos.
Se sabe que la Eredivisie, como se le conoce a la Primera División de dicha nación, es formadora por excelencia, lo cual Santiago Giménez ha aprovechado de gran manera.
Y es que, al ser un equipo con otra lógica y dinámica que el Real Betis, el Feyenoord ha confiado desde el primer día en el goleador mexicano, quien a su vez ha respondido con anotaciones.
Contrario a Diego Lainez, el llamado Bebote la ha roto en su primera temporada, tan es así que ya igualó el récord goleador de Luis García y Chicharito Hernández en sus torneos de debut en el Viejo Continente.
El futuro de Giménez es verdaderamente prometedor, pues ya se habla en torno a que equipos de gran importancia como el Manchester United lo quieren en sus filas de cara al siguiente ciclo.
Santiago Giménez: El espejo en el que debe verse Diego Lainez y otros
En retrospectiva, quizá a Diego Lainez le hubiera ido mejor en Europa de haber recalado en el AFC Ajax.
Pues ahí se hubiera terminado de formar futbolísticamente hablando; hoy su futuro luce desolador, ya que no es la primera opción en el Club Tigres.
En tanto Santiago Giménez apunta a lo más alto debido a que sus decisiones fueron acertadas, como la de no saltarse el tan vital proceso formativo y de adaptación a un futbol de élite.
De modo que los futbolistas mexicanos jóvenes que estén pensando en dar el salto a Europa deberán verse en el espejo del Bebote; es decir, escoger una Liga de formación y no dar el salto a la élite a menos de que en verdad tengan los tamaños para ser cracks.