No fue un fin de semana sencillo para el ídolo mexicano. Checo Pérez logró juntar 400 mil personas en el Autódromo Hermanos Rodríguez durante el Gran Premio de México, que duró tres días, algo que ni Obama, me cae.
Aún así se duda de la permanencia de Checo Pérez en el equipo Red Bull, lugar donde se lo han grillado y ya hasta su reemplazo tienen.
Aunque Christian Horner se dedique a declarar que Checo tiene contrato y lo cumplirán en Red Bull, la realidad es totalmente distinta.
A Checo le quedan tres pruebas fundamentales para mantenerse en el equipo austriaco, es decir, el mes de noviembre definirá su futuro en el equipo campeón de la Fórmula 1.
Viene el Gran Premio de Las Vegas, después del de Brasil y cierran en Abu Dabi tres pruebas básicas para el mexicano, ya que si pierde el segundo lugar del campeonato de pilotos, será despedido de Red Bull.
Checo Pérez tuvo una ventaja considerable contra Hamilton en el campeonato pero la fue perdiendo por sus errores en las pistas al grado de estar solamente a 20 puntos de distancia del piloto inglés.
En Red Bull ya empezaron a mover los hilos y aunque la mayoría de los pilotos tienen contrato con sus respectivas escuderías, el conductor deseado para el segundo auto de Red Bull es ni mas ni menos que el gran amigo de Sergio Pérez, el español Fernando Alonso, que lo ven muy bien en Austria para que deje Aston Martin y pase a sus filas en el 2024, aunque sea solo por un año.
Esta idea es meterle también calidad en la conducción a los dos autos de Red Bull, algo que ven lejano con Checo Pérez.