El pasado 22 de abril, la atleta paralímpica Angela Madsen, emprendió una nueva aventura y quizá una de las más ambiciosas de su historia: cruzar a solas el Oceano Pacífico en una pequeña embarcación. Desafortunadamente, su muerte fue confirmada recientemente.
Madsen tenía 60 años y era parapléjica; su meta era convertirse en la persona con más edad en cruzar el Océano Pacífico a remo totalmente sola, así que hace dos meses subió a su bote “Row of Life” y comenzó a navegar desde Los Ángeles, Estados Unidos, hacia Honolulu, Hawai.
Angela llevaba un poco menos del 50% del recorrido cuando su familia y equipo técnico perdieron todo el contacto con ella; aunque su rutina contemplaba comunicarse a primera y a última hora del día vía satélite con su esposa Debra, el 21 de junio no lo hizo más, narra 20 Minutos.
De inmediato las autoridades locales fueron puestas en alerta para que comenzaran a búsqueda de la atleta usando una avioneta para inspeccionar la zona; así fue que dieron con la trágica noticia.
El cadáver de Angela Madsen fue hallado flotando atado a su bote, pero hasta el momento se desconoce la ubicación exacta y la razón de su muerte. Para lograr su rescate fue necesaria la intervención de un carguero que ayudó a recuperar el cuerpo.
{username} (@msparasurfer) April 21, 2020
La vida de Angela en un documental
La vida de Angela Madsen estuvo llena de historias de éxito, pero también de dificultades, hecho que inspiró a un equipo de cineastas a realizar un documental sobre ella que incluiría el material de su travesía por el Pacífico.
Angela fue madre soltera a los 17 años, lo que impidió que continuara con su prometedora de atleta hasta que se unió al ejército de Estados Unidos, donde fue seleccionada para formar parte del equipo de basquetbol, pero en su primer entrenamiento, una compañera la pisó en las espalda rompiéndole dos vértebras, lo que la dejó parapléjica.
A partir de entonces su vida fue cada vez más complicadas, e incluso llegó a vivir en la calle tras asumirse como lesbiana y separarse del que fue su esposo hasta 1981. Tiempo después se enteró de la existencia de los Juegos para Militares Veteranos y se apuntó al equipo de basquetbol en silla de ruedas.
En el año 2000 se reveló como atleta destacada en remo paralímpico. Ganó plata en el Mundial de Sevilla de 2002, y luego tres oros consecutivos en Milán, Bañolas y Kaizu. Debutó en sus primeros Juegos Paralímpicos en Pekín 2008.